Me mordí ligeramente el labio inferior para reprimir las ganas de chillar, no pude decir más porque el nudo en mi garganta me lo impidió, los ojos se me aguaron. No sabía que más hacer, ¿Y si lo he arruinado todo con lo que dije?

—Bueno... tampoco iba a tomar la drástica decisión de despedirlo solo porque ha cometido un error, además, al ver que eres consciente de tu déficit académico... creo que lo correcto es darles a ambos una segunda oportunidad.

La sonrisa se me dibujó en automático con un brillo de felicidad por todo el rostro que desvaneció mágicamente el llanto y cualquier rastro de tristeza.

—¡¿Lo dice en serio, sensei?! —pregunté incrédula. Él asintió con la cabeza— ¡Yeah! Gracias, gracias~

Agité su mano eufórica dando brinquitos con emoción. Incluso poco falto para que lo abrazara en agradecimiento, pero afortunadamente pude contenerme.

—Eso sí, te advierto que volveré a revisar tu desempeño a final de la semana y si no veo mejoría tomaré medidas en el asunto, ¿de acuerdo? — sacudí en afirmación la cabeza—Bien, recoge tus pertenencias, por ahora las clases quedan concluidas.

Con tranquilidad tomé mis cosas, me sentía de buen ánimo... hasta que recordé el asunto de Yugi-sensei yéndose al extranjero y la felicidad se evaporó. Me coloqué la mochila sobre el hombro izquierdo y miré vacilante a Tsuchigomori-sensei.

—Disculpe...

—¿Sí? —al escucharme, dejó de lado los documentos en sus manos y centro su atención en mí.

Abrí la boca.

"Sobre lo que dijo Yugi-sensei de irse del país, ¿es cierto?"

—No es nada...

Al final, no tuve el coraje suficiente para preguntarlo, me despedí amablemente y salí del salón.

._._._.

Frustrada, abrazo con fuerza la almohada. Me siento tan abatida con esta maraña de pensamientos inquietantes, ni siquiera la noche en que lo besé estuve tan agobiada al punto de perder el sueño. ¡Tampoco me sentía tan preocupada por su reacción el día en que nos volviéramos a ver en clases! Entonces... ¿Por qué ahora me siento tan asustada?

Su forma distante de hablarme cuando salió del aula no significa que vaya a ser así de ahora en adelante, ¿verdad? Es decir, él solo estaba alterado por la reprimenda de Tsuchigomori, ¿cierto?

—Sí, eso es. No hay nada más. No me hare malos entendidos por su comportamiento tosco de último momento, después de todo... él dijo que solo somos buenos amigos... ¿nada más?

Suspiro, aplanando los labios con resignación.

Ahora que lo pienso, ¿No confesó la vez pasada que le gustaba alguien?

Medito en silencio rodando sobre el colchón de la cama, totalmente inquieta y con miles de incógnitas más asaltando mis pensamientos. Pronto, mi mente ya había creado una descabellada película que se proyectó en mi imaginación.

—¡¿Y si resulta que en realidad Yugi-sensei sufre por un romance a larga distancia?! —salté de la cama, exaltada al ir armando el rompecabezas en mi mente—Podría ser que a eso se refería la vez anterior al decir que la persona que le gusta no era la correcta porque vive a cientos de kilómetros... entonces, eso significa que para poder estar con ella, usó el pretexto de querer irse a estudiar a otro país para que... ¡Finalmente ambos logren poder estar juntos!

Me quedé sin aliento al hablar de forma rápida y alarmada. Dando grandes bocanadas, mi cuerpo se sacudió de temor ante el golpe de la realidad.

—¡Aaahh! ¿Qué va a ser de mí? ¡Soy tan idiota! Por eso no me quería enamorar de él en primer lugar, ¡¿Cómo compito contra una carismática figura femenina que ni siquiera conozco?! —rezongué desquitando mi furia contra la almohada de mi cama.

Enséñame, sensei.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon