Capítulo 3

2.8K 282 410
                                    

—Sensei, ¿Me acompañaría al festival de verano?

—No.

Su respuesta fue rotunda y firme. Ni siquiera titubeo, mucho menos lo reflexiono.

—¿Por qué? ¿Acaso no le agrado?

¡Bien, bien! Ya sé que no fui nada sutil al invitarlo, en realidad, aunque lo ensaye frente al espejo durante horas. Acabe por preguntárselo de forma directa. ¡Agh! Que estúpida, es mi error... ni siquiera establecí el terreno antes de soltar la noticia.

Sin embargo...

El profesor desvió la cara ante los ojitos lastimeros que le lance.

¡Tampoco tiene porque rechazarme de ese modo!

Baje la cabeza desanimada.

Tsk, ¿Cuántas veces más seguiré siendo rechazada?

—Yashiro-san...—me llamo con gentileza, pero ya no me sentía con la confianza suficiente para convencerlo— Te agradezco tu invitación, pero no está bien que yo sea tu primera opción.

Parpadeé confundida. ¿A qué se refiere?

Sin poder resistirlo, levante mi mirada hasta encontrarme con sus ojos dorados. Me dedico una sonrisa amable.

—Si te estoy ayudando, es porque quiero que tengas éxito en pretender a los chicos de tu edad. No porque te enamores de tu profesor —sus palabras fueron francas y sinceras. Me sentí avergonzada, mis mejillas ardieron notoriamente. —Ya suponía que algo traías entre manos, esa es la razón por la que has estado tan distraída durante la clase, ¿eh?

Solo hice un puchero con los labios.

Quisiera negarlo, pero francamente no tengo excusa válida para hacerlo. Además, que no tendría sentido refutar algo que después de todo es cierto.

—¿Sabes? Desde hace unos días lo he pensado... —susurro él en una postura incomoda mientras se frotaba la nuca, ansioso—Quizás... todo esto ha sido mala idea... no deseo confundirte...

—¿Eh...?

Palidecí al escuchar sus palabras.

Yugi-sensei por primera vez ante mis ojos se mostró inseguro, su espalda encorvada y semblante preocupado, fueron como filosas estocadas incrustadas en mi pecho.

Ah, este sentimiento es mejor conocido como "culpa"

¡Demonios! Mis actos infantiles y desvergonzados orillaron a este buen sujeto a sentirse responsable de lidiar en un marco de circunstancias un tanto comprometedor, es decir, si lo pensamos bien... él apenas está comenzando su carrera, verse involucrado en algún tipo de rumor escandaloso con una estudiante lo perjudicaría de por vida.

Punzada.

¡Ah! Condenado sentimiento de culpa... Oh, ¡Aguarden! Si ese fue el motivo de su objeción a mi invitación, entonces no es porque yo no le simpatizo ¿correcto?

Uff... me siento aliviada al pensarlo de ese modo, jeje. En todo caso, aclaremos primero lo más importante.

—¡Sensei, se equivoca! —me apresure a decir—Lamento haberme tomado esa libertad, lo cierto es que para mí es difícil verlo como una imagen autoritaria cuando su persona refleja un carácter tan infantil...

Él abrió los parpados, por su expresión no supe descifrar si parecía sorprendido u ofendido. Tal vez ambos. De todas formas, seguí hablando.

—No malinterprete mis acciones, usted no me gusta de esa manera, tampoco es mi tipo. —Ahora si parecía herido. —Solo pensé que sería interesante simular una cita en un evento así... discúlpeme, fue egoísta de mi parte proponerle algo tan estúpido. Me disculpo sinceramente.

Enséñame, sensei.Där berättelser lever. Upptäck nu