Capítulo 18

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Amane Yugi POV

Una vez que terminó de acomodar las cosas en la cocina se estiró con pereza, después se encaminó a la sala donde se desplomó bocarriba sobre los cómodos sillones de terciopelo. Haber conducido por más de cinco horas lo había dejado exhausto.

Cerró un momento los ojos y relajó su cuerpo. Entonces, fue cuando pudo escuchar claramente el sonido del agua fluir bulliciosamente desde el baño. Justo ahora, Yashiro se encontraba tomando una ducha dentro de aquel pequeño cuarto.

Cuando menos reparó en darse cuenta, su mente ya se hallaba divagando, proyectando en sus pensamientos otra clase de fantasía erótica con su novia como protagonista.

Las gotas de agua humedeciendo su delicada piel de porcelana, deslizándose impúdicamente por cada una de sus curvas. Imaginarla con su rostro empapado, sus rojizos labios entreabiertos y sus delgadas manos tocando y frotando su desnudez...

Jadeó y se mordió levemente el labio inferior para despabilarse. En otro tipo de circunstancias encontraba inofensivo visualizar ese tipo de imágenes, pero dado que en esos instantes su amada y él estarían una noche entera bajo el mismo techo, sabía que no sería sensato poner a prueba su autocontrol si se dejaba dominar por una actitud tan permisiva e inmadura.

—¡¡¡AAAHH!!! ¡¡ESTO ES DEMASIADO PARA MÍ!!

De pronto, el grito lo hizo saltar alarmado del sillón. Con el corazón descontrolado y la cabeza aturdida debido al susto, se acercó a la puerta sintiendo el fugaz impulso de girar la manija e ingresar para auxiliarla en caso de que fuese necesario, sin embargo, antes se aseguró de cuestionar su condición con un timbre en su voz cargado de preocupación.

—Ya... Yashiro, ¿Está todo en orden?

—S-Sí, estoy bien —respondió ella casi de inmediato.

Suspiró.

¿De verdad está bien? Hmp... tal vez debería entrar para comprobar...

Sin embargo, su mano quedó suspendida a tan solo unos escasos centímetros del pomo, casi rozando la manija de la puerta. Desvió la vista avergonzado y dio la media vuelta.

Su rostro estaba completamente enrojecido.

Lo mejor será que me ocupe por terminar de organizar todo para antes de que anochezca, se dijo así mismo yéndose directamente a bajar el equipaje del auto.

Necesitaba calmar sus hormonas urgentemente, pues hasta él mismo se había sorprendido de la notable erección que palpitaba bajo sus pantalones... no obstante, poco se imaginó él que la batalla contra su fuerza de voluntad apenas iniciaba.

._._._.

Su nívea piel... tan cálida, suave y joven.

||Ba Dum|Ba Dum||

Sus ojos color magenta, brillantes, curiosos e inocentes.

||Ba Dum|Ba Dum||

Su dulce fragancia, sus mejillas sonrojadas, sus tentadores labios sabor cereza que entre más los miraba parecía que lo invitaban a acercarse a ellos con la atractiva oferta de degustarlos hasta saciar su necesidad de besarlos.

Tentador. Tentador. Tentador...

La escena resultaba un exquisito trofeo, era como tener la fruta prohibida entre sus manos.

Pero, si cedía a sus impulsos ahora, ¿Qué pasaría después?

Ya había tenido está lucha interna cientos de veces en el pasado y, hasta entonces, todas ellas no eran más que fantasías o sueños húmedos... ¿Es probable que todo eso solo había significado un ensayo que lo estaba capacitando para este día? ¿De verdad lograría mantenerse sereno en esos momentos de seducción con la única chica que ha ocupado su mente y corazón?

Enséñame, sensei.Where stories live. Discover now