Capítulo VIII

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"Mentiras"

Me sobresalto en la cama al escuchar el ruido de algo cayendo. Mi vista es borrosa y apenas puedo levantar mi cabeza de la almohada unos centímetros para buscar la ubicación del ruido. Mi cabeza se siente desorientada y mi cuerpo entumecido, extiendo mi mano un poco en busca de un vaso con agua, en la mesa de al lado, para aliviar la sequedad en mi boca.

Suelto una maldición, que sale más como un balbuceo cuando mi mano choca contra el vaso, ocasionando que caiga al suelo.

Escucho otra maldición pero ésta, no proviene de mi boca, hay alguien más en la habitación. Parpadeo para establecer mi vista pero toda la habitación está en una total oscuridad. Intento levantarme un poco, logrando suspender más mi cabeza y frunzo el ceño al ver la silueta de un hombre. Él está de espaldas, pero es alto y musculoso. Balbuceo algo pero él no voltea hacia mi, sigue buscando algo en mi armario.

Intento hablar nuevamente pero mi cabeza cae en la almohada, sintiéndome de repente cansada y adormecida. Necesito dormir.

Escucho los pasos cerca de mi y por más que intento abrir los ojos, mis párpados no colaboran. Unas manos tocan suavemente mi rostro y bajan lentamente hacia mi cuello ejerciciendo una leve presión. Intento llevar mis manos a mi cuello para alejar las suyas pero de repente, el aire frío hela mi cuello al no tener la presión de las manos sobre mi.

Escucho la puerta cerrarse y vuelvo a caer en mis sueños.


El Presente

Inhalo con fuerza y me levanto abruptamente llevando mis manos a mi cuello. Mi pesadilla se sintió tan real que los latidos de mi corazón resuenan en mis oídos y mis manos tiemblan mientras las llevo a mi rostro.

Los acontecimientos en estos días no me han sentido bien. No estoy comiendo ni durmiendo. Las pesadilla son cada vez más frecuentes y se sienten tan reales que dan miedo.

-¿Estas bien?-la voz grave de Lucien me trae a la realidad, le sonrío un poco para no preocuparlo, pero no logro disimular los temblores en mis manos, por lo que él las lleva a sus labios intentando calmarme. Asiento un poco y el me observa preocupado. Se acerca a mi, llevándome a sus brazos mientras acaricia mi cabello. Mi respiración vuelve a la normalidad al sentir la calidez de su fuerte pecho y los latidos calmados de su corazón-¿Otra pesadilla?

-Si-mi voz sale entrecortada y él levanta mi rostro para que pueda ver sus tiernos ojos.

-No te preocupes, yo estoy aquí-susurra, dejando un suave beso sobre mis labios. Asiento sonriendo e intento alejarme pero Lucien sostiene mi brazos y vuelve a dejar un beso sobre mis labios, esta vez más apasionado. Sus labios se dirigen a mí cuello y me estremezco ligeramente mientras sigue dejando besos por mi cuello, bajando al escote de mi vestido para dormir. Muerdo mi lengua y cierro mis ojos mientras una de sus manos baja lentamente el tirante de mi vestido hasta dejar expuesto unos de mis pechos-Te haré sentir mejor-susurra contra mi oído antes de bajar nuevamente sus labios hacia mi pecho.

Sujeto con fuerza su camisa mientras mantengo mis ojos fuertemente cerrados. Su lengua juega con mi pezón y suelto un gemido involuntario. Eso hace que Lucien se emocione y toma una de mis manos guiandola hacia su dureza. Sus labios dejan mi pecho y siento su respiración en mi rostro-Mírame-ordena y abro los ojos a regañadientes. Sus ojos cafés arden con lujuria y muerdo aún más mi lengua para evitar el temblor en mi mandíbula-Este es el efecto que tienes sobre mi-susurra moviendo mi mano contra su dureza. Su vista cae hacia abajo mientras sigue trabajando sobre sí mismo con mi mano. Recuesta su frente sobre mi hombro desnudo, mientras gime mi nombre y vuelvo a cerrar los ojos, intentando alejarme de la realidad.

Reminiscencia©Where stories live. Discover now