Capítulo III

119 14 2
                                    

"El juego comienza"


El Pasado (después del accidente)

Sentada en el frío suelo de la habitación, las lágrimas caen por mis ojos, sobre mis mejillas hasta derramarse por mi garganta y unas cuántas por el suelo. Mis sollozos son tan fuertes que mi garganta duele e incluso cuando intento agarrar aire para volver a llorar, mi diafragma y pecho arden. No se cuanto tiempo he estado llorando, parece que han sido horas sin parar ya que el sol se oculta tras una montaña, dejándome ver un hermoso crepúsculo.

Finalmente logro detener los sollozos pero sin controlar el horrible hipo que suelto después de llorar. Siento el dolor en mi cabeza, extrañamente no el que suelo tener, que es por intentar traer de vuelta los recuerdos; el dolor de cabeza actual es por el llanto incontrolable.

Cierro los ojos inhalando y exhalando hasta que logro estabilizarme emocionalmente, no quiero que Lucien me vea así. Recojo el álbum de fotos y guardo la carta nuevamente dentro de este. Dejo el álbum en la cama, que es un desastre de ropa, incluido el que fue mi vestido de novia.

Ha pasado un mes desde que regresé a casa de la clínica, de hecho, hoy se cumplen los cuatro meses desde el accidente, según Lucien; y desde que desperté, hace tres meses, ningún recuerdo ha vuelto a mi memoria. El doctor Michiel, e incluso Lucien me piden paciencia, dicen que los problemas relacionados al cerebro son bastante complicados y difíciles de comprender incluso para ellos que son doctores especializados en el cerebro, pero aún cuando tengo a uno de los mejores neurólogos tratandome y a un esposo psiquiatra, quien podría comprender un poco los traumas emocionales de mi lesión cerebral, no logro sentirme tranquila en lo absoluto. Me pone furiosa, de hecho.

¿Por qué esto me está sucediendo a mí y por qué me está costando tanto traer mis recuerdo de vuelta? Quiero arrojarles todas mis pertenencias a la cara cuando no tienen las respuestas a mis preguntas. Intento ser lo más respetuosa posible pero después de tanto tiempo, me es imposible controlar mi temperamento. Es aún peor cuando ninguno de los dos intenta apaciguar mi ira, en cambio, "comprenden mi molestia y saben por lo que estoy pasando" ¿Cómo en el mundo lo sabrían? Ninguno de los dos tiene que retomar su vida como si nada hubiera pasado, sin tener la más remota pista de quién es o quién fue como persona.

Luego, entra el arrepintimiento porque la única persona que puede estar pasando un peor momento que yo, es Lucien. Él tiene que lidiar con su esposa, quién no recuerda ser su esposa y qué además es una perra con él todo el tiempo. No a propósito, claro, pero es imposible controlarme y con alguien tengo que desquitarme. Estoy segura que al acostarse todas las noches, ve a su anillo y maldice aquellas promesas en los votos de nuestra boda. Hasta que la muerte nos separe. Seguro mientras ve los anillos, piensa "Que cerca estuve de ser libre, en cambio, me quedé para toda la vida con una loca malagradecida". Me pregunto si aún piensa que soy lo mejor que le ha pasado en la vida.

Observo mi vestido de novia, el cual es maravilloso y muerdo mi labio inferior. Sin pensarlo dos veces, me estoy quitando la bata de seda para volver a probarme el vestido. Aún me queda a la medida, lo cual en parte me hace feliz porque significa que mi cuerpo no ha cambiado en cinco años pero por otra parte, me trae a la memoria nuevamente el recuerdo de absolutamente nada. Las lágrimas vuelven a salir de mis ojos y me acuesto sobre toda mi ropa, la cual saqué del armario por la misma razón que saqué el vestido, quería saber si me traerían algún recuerdo.

Sostengo el álbum sobre mi pecho mientras sollozo. Ni siquiera las imágenes de mi vida, entre ellas las de mi boda, me han traído algo a mi memoria. Me hace odiarme y pensar si realmente algo de esto tenía algún valor para mi. Seguro también era una perra sin corazón antes del accidente, eso tendría más sentido. Tal vez solo estoy casada con Lucien por su dinero. Tal vez por eso no me siento atraída a él. Tal vez mi vida era una mentira.

Reminiscencia©Where stories live. Discover now