1. "Esto es un sueño"

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18 de Diciembre

El fuerte sonido que provocó la puerta del auto al ser cerrada de golpe ahogó el grito lanzado con frustración. Se estiró hasta el asiento del copiloto para alcanzar la guantera, su corazón latía a mil por hora y el pulso errático que le dificultó abrir el compartimento era prueba de ello. Tomó la pequeña bolsa mientras intentaba regular su respiración. Sabía que las drogas no eran la mejor opción cuando había emociones de por medio, pero necesitaba adormecer su mente y, sobre todo, la tormenta de recuerdos y pensamientos que llegaban a la misma velocidad a la que latía su corazón.

¿Por qué tenía que irse? Sabía que sucedería, pero ¿por qué ahora? Lauren sacó uno de los cigarrillos de mariguana y lo llevó hacia sus labios, sin embargo, el único sabor que inundó su boca fue el de las lágrimas que comenzaban a descender por sus mejillas. No quería llorar, no debía llorar; al final del día, ni siquiera debería importarle. Hacía casi año y medio que no estaban juntas, ambas habían continuado con sus vidas y todo parecía estar bien, incluso la relación entre Camila y las demás iba mejorando. Entonces, ¿por qué? Aún faltaban unos meses para que finalizara el plazo que se había acordado, pero ella había decidido irse antes (porque había sido su decisión, ¿verdad?).

Lauren comenzó a frotar sus sienes; el dolor de cabeza que había iniciado como una punzada minutos atrás, se estaba extendiendo rápidamente. En un solo movimiento, tomó el cigarrillo que mantenía entre sus labios, aún sin encender, y lo arrojó al suelo del automóvil. De nada serviría, la sensación aplastante en su pecho no desaparecería tan fácilmente.

Ni siquiera dijo adiós, pensaba mientras limpiaba las lágrimas de su rostro con la manga de su sudadera. Tal vez era más fácil de esa manera, en el fondo sabía que si se despedía no la habría dejado marcharse. Pero ¿por qué? La pregunta no dejaba de darle vueltas en la cabeza. ¿Por qué dolía tanto? ¿Por qué era tan duro imaginar los ensayos sin escuchar su risa o las presentaciones sin ver sus ojos?

¿Acaso era su culpa? No, por supuesto que no. Lauren borró esa idea de su cabeza. No tendría sentido, su relación era cosa del pasado y ambas se habían superado la una a la otra. Además, ella estaba con Lucy ahora y la amaba (porque la amaba, ¿verdad?). Ya no importaba. La razón por la que Camila se había marchado ya no tenía importancia. Ahora era libre; no tendría que vivir sometida a las reglas que aún la ataban a ella.

Habían pasado varios minutos, probablemente horas, cuando por fin logró tranquilizarse. Las lágrimas se habían secado o quizás sólo estaba cansada de llorar. Encendió la radio y se arrepintió al instante; ahí estaba, la canción que Camila había escrito pensando en ella. Aún recordaba el día en que se lo había confesado.

Octubre 2016

–¿Estás segura? –Su voz titubeó más de lo que habría querido. La invitación la había tomado por sorpresa.

–¿De qué? –Ashlee la miró confundida. No entendía por qué la chica sentada frente a ella estaba tan nerviosa. Comenzaba a arrepentirse de haberla invitado, pero parecía que las cosas habían vuelto a la normalidad, al menos entre ella y Camila, no veía cómo su propuesta supondría un problema.

–De que Camila está de acuerdo.

–Oh, eso. Ya te dije que no hay problema –contestó la guitarrista en tono despreocupado. Lauren deseaba algo de esa actitud relajada y no el ataque de ansiedad que parecía comenzar a formarse en su interior. Sabía que no era culpa de Ashlee, la chica sólo quería celebrar el nuevo éxito de su amiga y había tenido la atención de pensar en ella, sin embargo, no podía evitar el impulso que sentía de salir corriendo–. Le he preguntado a Camila esta mañana y le pareció una buena idea. Además, fuiste tú quien dijo que sería bueno intentar volver a ser amigas, ¿no es así?

En esta vida... tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora