𝐌𝐮𝐳𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐛𝐮𝐭𝐬𝐮𝐣𝐢 | 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒. +𝟭𝟴

𝐇𝐚𝐧𝐠𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐚 𝐜𝐨𝐛𝐰𝐞𝐛.

- 𝐊𝐢𝐛𝐮𝐭𝐬𝐮𝐣𝐢 𝐌𝐮𝐳𝐚𝐧 -
ᴇʀᴀ ᴛᴀɪsʜᴏ̄.

•- Advertencia: Escenas sexuales descriptivas, oral, sometimiento, abuso.

•- Plot: Muzan encuentra a una jóven miembro de la organización de cazadores atrapada entre las telarañas de Rui, su vida es perdonada después de ser ultrajada y humillada.

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Tu cuerpo exhalaba calor y la prueba de ello era el sudor que corría bajo tu frente cuándo tus piernas temblaron dos metros antes de bajar la colina al bosque sumamente exhausta. La seguridad en ti te había abandonado y te preguntaste sí al día siguiente lograrías seguir con el entrenamiento. Tu estómago rugió con fuerza cuándo tu respiración se volvió acelerada estando a un nivel tan alto de tierra firme en el que era complicado respirar.
Un extraño olor llegó a tus fosas nasales, era nauseabundo y penetrante que te hizo recordar cuándo tu padre solía llevarte a enterrar las fosas de animales que la gente olvidaba cubrir; <<demonios o cazadores>> fueron las dos primeras palabras que llegaron a tu mente. Sostuviste con firmeza la katana en tu cintura, siguiendo el aroma el cual llevaba al centro del amplio bosque.
A pesar de lo peligroso que sabías que era actuar sola, asesinar al demonio que habitaba en el monte Natagumo te haría sobresalir del resto de tus compañeros.

Solo lograbas escuchar las crujientes hojas bajo las suelas de tus geta, la luz de la luna se filtraba entre las ramas de los imponentes árboles y eso te permitió visualizar el camino; no lograbas pensar en otra cosa más que lo absurda que era esa situación. El olor seguía ahí pero ahora estabas casi segura que podría tratarse de alguna fosa de animales que algunos cazadores principiantes olvidaron enterrar.
De no haber evitado que Tomioka fuera tu compañero esa noche de entrenamiento, habría llamado tu atención mas de cien veces por ser tan obstinada y curiosa en la ocasión equivocada.

"No es momento de descubrimientos, _____. Debemos acabar el entrenamiento."

Y ojalá lo hubieras escuchado al menos en tus pensamientos, porque segundos después un par de hilos se enredaron a tus brazos, seguido de tus piernas y en el momento que alzaste tu cabeza para tratar de ver de dónde provenían, te percataste del lugar del cual salía el olor nauseabundo. Entre las ramas de los árboles colgaban los cuerpos de unos doce cazadores, cazadores que anteriormente habían desaparecido sin dejar rastro algúno que la corporación se mantuvo buscando sin ningún resultado.
Estabas tan asustada que trataste de cortar los hilos con el filo de la espada nichirin, pero fue imposible, estos parecieron aferrarse aún mas a tus extremidades y chillaste de dolor al sentirlos rozar tu piel. En poco tiempo te impidieron seguir moviendote y tu espada cayó al suelo, creando un sónido metálico que te hizo casi odiarte a ti misma por haber sido tan tonta.

-¿Qué tenemos aquí?- La voz de un niño se escuchó en el viento, evitaste girarte para verle porque de ser así, los hilos habrían penetrado profundamente tu piel y no era un buen lugar para que tu sangre brotara ahora -Huelo tu miedo a distancia, se supone que un cazador de demonios no debería tener miedo ¿O me equivoco?- Ahora sentías su presencia justo detrás de ti, una de sus pequeñas manos se situó sobre tu hombro derecho y finalmente sus pies tocaron el suelo, situandose frente a ti.
Era solo un niño.
-Bien podrías remplazar a araña madre, no es más que una cobarde que nunca para de llorar-
Sus dedos se curvaron y esto hizo que los hilos te elevaran unos centímetros en el aire del suelo y nuevos tejidos cubrieron tu boca, estas no te dañaron como las de tus extremidades -Aún que también serías una buena cena- Se acercó un poco hasta ti, inhalando el olor a sangre que ahora estaba deslizándose de tus heridas abiertas -Después de todo, tu sangre es especial-