𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐛𝐞𝐭𝐰𝐞𝐞𝐧 𝐮𝐬.

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- 𝐊𝐢𝐛𝐮𝐭𝐬𝐮𝐣𝐢 𝐌𝐮𝐳𝐚𝐧 -
ᴇʀᴀ ᴛᴀɪsʜᴏ̄.
ʜᴀᴄʜɪ, ᴇsᴘᴏsᴀ ᴅᴇ ᴋɪʙᴜᴛsᴜᴊɪ.

•- Advertencia: Ninguna.

•- Plot: Kibutsuji se ve amenazado después de que uno de sus subordinados tomó el liderazgo en el momento en el que el progenitor descuidó su lugar a causa de su jóven esposa.

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Habían contraído nupcias, por amor.

Al menos así fué en un principio. Cuando Kibutsuji se cegó por la belleza femenina y abandonó la ausencia de soledad. A los dieciséis años de la jóven, había ayudado a curar las heridas del duro enfrentamiento que tuvo con aquel samurái.

Pero ahora, por alguna razón, nisiquiera podía mirarla a los ojos.
- Es que no lo entiendo, Muzan sama -. Ojos llenos de lágrimas y resentimiento - ¿Por qué nunca fué suficiente para usted? -. Para él, era mucho más fácil admitir la verdad que sostener una mentira eterna. Su rostro tomó una expresión de disgusto y le dió la espalda a la mujer que buscaba una respuesta. La habitación quedó en silencio, el sonido del vino vertiendose era lo único que escucharon sus oídos; y con sosiego, dió un trago amargo.

Cuando volvió su atención a quién se proclamaba su esposa, ella estaba de rodillas cabizbaja y abatida. Dió un par de pasos hasta llegar a ella y arrojándo su orgullo, se arrodilló de frente. Sus manos rozaron las sonrojadas mejillas, las orbes escarlata buscaron calmar la desencadenada ira de la mujer, al mismo tiempo, sus pulgares limpiaron las lágrimas cristalinas que con vigor bajaban - Siempre has sido más que suficiente para mi, mi cielo -. Sus palabras eran cuidadosas, sabía lo que podía desencadenar sí decía algo equivocado - ¿Qué es lo que está causando que dudes de mi lealtad? -. Era cierto, que muchas veces había sido indiferente, descuidado. Pero jamás habría roto promesas que con la misma fidelidad, fueron devueltas. El dedo índice de ella señaló la pila de libros medicinales sobre la mesa cercana a la chimenea - No es su. . . lealtad la que tengo en duda, Muzan sama -. Su voz temblorosa lo hizo sentir como un monstruo - Es su obsesión por alcanzar su objetivo sin importar sí tiene que destruir todo lo que lo rodea -. El azabache con cautela llevó las manos femeninas a sus labios y besó los nudillos en el momento en el que notó las marcas en la frágil piel, amenazando con salir - Sabes que debes mantener la calma -. Le advirtió - Vas a asesinarme . . .para conseguir lo que quieres. ¿No es así? -. Fué ahí dónde se percató. Ella había encontrado las páginas desbordadas en garabatos que lo ayudaron a llegar a una conclusión.

Fué en la era Heian, dónde Hachi al cumplir los nueve estuvo al borde de la muerte. Una terrible enfermedad había tomado el control de la única hija de la familia Mizuno. La única hija del curandero Hiroko Mizuno. En su desesperación, Hiroko intentó prolongar la vida de su hija, preparando infinidad de infusiones con las plantas medicinales del pequeño jardín de su esposa. ¿Cómo se atrevía la muerte a desear arrebatarle la vida?. Hasta que en los obstinados intentos, finalmente uno funcionó.

El lirio - araña azul -.
No hubo repercusiones, no la convirtió en un monstruo como lo hizo con el jóven de 19 años al que intentó salvar después y le pagó con la muerte.

Algo de aquél lirio quedó impregnado en la sangre de Hachi. Y se mantuvo con ella por siempre, incluso cuando aceptó la propuesta de Kibutsuji en volverse uno de los suyos.

- ¿Lo hará? -. Se encontraba tan frágil y asustada que sus manos se aferraban a las ropas elegantes del hombre - Porfavor, deseo vivir una vida plena con usted, Muzan sama -.
- Basta, Hachi -. Jamás había usado un tono autoritario con ella - Sí debo sincerarme contigo entonces estás en lo correcto -. Llevó su mano al delicado cuello de ella - Asesinarte y absorberte era la única forma de lograr mi deseo -. Sus cejas se arquearon en tristeza al percatarse de la forma en la que ella lo miraba - Busqué entre libros, escritos, fórmulas medicinales y todo eso me llevó a ningún lado -. Estrechó entre sus manos, el rostro de la menor con cuidado - Y luego, Akaza informó sobre el enfrentamiento que tuviste con la superior seis . . . ¿Cómo era posible que hubiera tanto poder en ti? -. Sus labios buscaron la pequeña naríz e impregnó un par de besos fugaces en ella - En mi dulce Hachi, quién teme incluso a las mariposas -. Su temperamento cedió ante el afecto; y Muzan pudo notarlo cuando las marcas en su piel se desvanecieron - Pero jamás tomaré tu vida por culpa de mis anhelos. Jamás -.

𝐌𝐮𝐳𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐛𝐮𝐭𝐬𝐮𝐣𝐢 | 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒. +𝟭𝟴Where stories live. Discover now