Cada vez que la miro siento aún más orgullo y cada vez estoy más segura de que será una excelente madre.

*POV Natalia

18 días para el nacimiento del bebé...

Releí en voz baja los últimos párrafos del libro que estoy escribiendo. Corregí algunos errores ortográficos y añadí una frase clave, antes de relajarme en la silla y guardar la historia finalizada. Pasé los dedos por los cabellos y me serví un poco más de café, levantándome con la taza en las manos, caminando hasta el cuarto para espiar a Alba que, por suerte, después de una noche turbulenta, logró conciliar el sueño después del almuerzo.

Saqué el celular del bolsillo y, con un gemido por el cansancio, me senté en el sofá, marcando el número de Ana.

-Espero que estés llamándome para decirme que ya terminaste el libro.

-Cuanta educación. Buenas tardes. -ella rió, sin embargo no respondió, típico habito de ella. Callarse cuando debe hablar -En fin, para tu total delirio, sí, lo terminé.

-Dios sea alabado! En una hora paso por el proyecto y aprovecharé para pasar por la editora y dejarlo allá.

-Entonces te espero.

-Hasta entonces. -y cortó.

Dejé el teléfono a mi lado y cerré los ojos, sintiendo el cansancio apoderarse de mí. Los últimos días no han sido fáciles.

-Ve a dormir a la cama. -me volví en dirección a la voz de Alba.

-No puedo, Ana va a pasar en un rato. -me levanté, cortando la distancia entre nosotras dos -Para recoger el ejemplar del nuevo libro de Natalia Lacunza. -ella dejó escapar un grito de animación para después darle paso a una gran sonrisa.

-¿Terminaste? -asentí, extremadamente feliz con el hecho -Ah! Dios mío, que bueno, mi amor. -prendió sus brazos alrededor de mi cuello, abrazándome -Será otro gran éxito.

Le mostré los dedos cruzados, indicándole que pediría para que así fuera.

-¿Y sabes qué es lo mejor? -ella negó -Cuando el libro llegue a las tiendas, el tercer miembro de la familia ya habrá nacido.

-Es cierto. No veo la hora de tomar a nuestro bebé en los brazos, sentir su olor, ver su rostro... -dijo soñadora. Sonreí.

-Solo un poco más y lo tendremos aquí, con nosotras.

Y entonces quedé consciente de la verdad de mis palabras y sentí una linda ansiedad apoderarse de mi cuerpo. Algo parecido debió ocurrirle a Alba, porque estaba claramente emocionada.

*POV Alba

16 días para el nacimiento del bebé...

-¿Está bien? ¿Quedó bien así? -sonreí, antes el nerviosismo de Natalia que intentaba, en vano, acomodar el lazo de su vestido.

-Ven aquí. Estás hermosa. -aseguré, mientras acomodaba el lazo.

-Hace tanto tiempo que no hago esto.

-Natalia, todo saldrá bien. -garanticé, antes de suspirar, resignada -Me hubiera gustado poder estar allá contigo.

-Lo sé. -sujetó mi barbilla y besó mis labios -Pero no hay cómo llevarte en este estado. -asentí, sabiendo que tiene razón -Regresaré mañana por la noche, cualquier cosa me llamas.

-Y entonces, señora famosa, ¿estás lista? -apreció Elena, asomándose en la puerta, absorbiendo un poco más del refreso por la pajilla que sostenía en los labios.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now