The Exchange (ALBALIA)

Capitulo 60

*POV Alba

No sabía qué responderle a Natalia, así que solamente la vi a los ojos buscando palabras. Sabía que cualquier cosa que yo dijera ahora tal vez me arrepentiría después.

El resto del día pasó tranquilo, el almuerzo de Natalia era digno de comerlo de rodillas, a pesar de todo lo que la vi revolviendo al prepararlo.

Nuevamente la madrugada cayó, nos quedamos en la sala viendo una película, Natalia trajo un bote de helado porque no habían palomitas. Después de un tiempo estaba con los ojos fijos en la película, muy concentrada, tanto que en un momento que iba a probar helado "perdí mi boca". Natalia soltó una gran carcajada, demostrándome así que me estaba viendo a mi en lugar de prestarle atención a la película.

Volví mi rostro en su dirección haciéndole una mueca, ella delicadamente extendió su mano y limpió la parte sucia de mi barbilla -hasta el momento no me había dado cuenta que ella estaba tan cerca- acompañé sus movimientos, viéndola pasar su dedo en el bote que estaba entre nosotras y seguidamente recorrió con él desde la punta de mi nariz hasta el extremo de mis labios, cuando pensaba en reclamar ella se acercó bruscamente haciéndome sentir sus labios tocar la parte con el chocolate. Contuve la respiración.

Su lengua caliente se deslizó hasta mi boca, contornándola, cerré los ojos sintiendo mi cuerpo en llamas con tan simple acto. Una sonrisa de satisfacción se escapó de sus labios al ver mi reacción.

-Se me ocurrió una idea. -su voz sonó tranquilamente en el aire, la observé -Sujétalo, por favor... -me alcanzó el bote de helado. Hice lo que me pidió. Luego Natalia se levantó, apagó la televisión, aun con mis quejas, y me tomó en sus brazos, no pude contener un grito por la sorpresa.

-¿Qué diablos de idea se te ocurrió?

-Hm... creo que ese helado tendría un mejor sabor si lo comemos en el cuarto.

El marrón de sus ojos era intenso cuando me acostó en la cama.

-¿Cofias en mi? -preguntó, sentándose a mi lado. La vi unos segundos antes de asentir -Entonces cierra los ojos. Y no los abras hasta que yo termine.

Me extrañó su petición, sin embargo hice exactamente lo que dijo. Sentí algo dulce y helado ser depositado nuevamente en mis labios, la suave respiración de Natalia tocó mi rostro, como un leve soplido, entonces sentí la parte suave de su rostro en contacto con el chocolate que había en mi, sentí las ganas de morderla, pero me contuve, teniendo en cuenta que hoy ella queria que las cosas sean a su manera. Su lengua contornó mi boca antes de saborear mi labio inferior y alejarse. Tuve miedo al no sentirla más, aun así luché contra el deseo de abrir los ojos. Luego un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir el helado ser propagado por mi cuello.

Sus labios bajaron por la región, torturantemente lentos, rozándose, mordiendo...quitando todo el contenido dulce que había y encendiendo cada parte de mi ser. No quería que ella cortara el contacto, anhelaba por que su boca estuviera un tiempo más junto a mi piel. Sus manos levantaron mi blusa y en el mismo momento supe:

Iba a sufrir.

No hacía falta que tuviera los ojos abiertos para saber -ya aceptar- lo que Natalia haría seguidamente.

Un poco de helado fue depositado estratégicamente sobre mis pechos, haciéndome temblar por completo. Jadeé al sentir su lengua caliente y suave limpiar con audacia toda la región, automáticamente llevé mis manos hasta su cabello, temblando, necesitando presionar algo. Y además de todo todavía tenía que soportar el hecho de solo ver la oscuridad, siguiendo su pedido de mantenerme con los ojos cerrados.

Estaba tan extasiada con las caricias que no me di cuenta que mi pecho estaba completamente desnudo. Lo descubrí cuando sentí una fuerte corriente eléctrica atravesarme al sentir la sensación de frío alrededor de mis pezones. Luego lo helado se mezcló con lo caliente de su boca, haciéndome presionar aun más mis dedos en sus cabellos. Cielos, como amo cuando ella me toca. El intenso placer me hace olvidarme hasta de mi nombre. Mordí mis labios para contener un alto gemido de satisfacción, ya que Natalia no está haciendo ningún ruido.