*POV Natalia
Tenía miedo de que ella acabara saliendo de mis brazos, así que la tomé hasta recostar su cabeza sobre mi hombro, envolví un brazo alrededor de su cintura y con la otra mano acariciaba su cabello. Cerré los ojos, inhalando el dulce aroma de su piel, sin ninguna demora Alba se acurrucó en mi cuerpo y por primera vez en mucho tiempo sentí que las cosas empezaron a tener sentido de nuevo. Que volví a encontrar mi lugar. Rocé mis labios en su cabello, era inevitable no tocarla.
-¿Estás dormida? -susurré, quitando algunos cabellos de su rostro.
-¿Si lo hubiera estado me hubieras levantado solamente para preguntármelo? -dijo, en tono de burla, sonreí.
-Háblame de tu trabajo. -quería mantenerla cerca más tiempo.
-Doy conferencias.
-¿De qué tema?
-Drogas.
Una sonrisa involuntaria se asomó en mis labios.
-Digo por experiencia propia que tú sabes lidiar con eso mejor que nadie. -pasé la mano por su brazo, de arriba abajo sucesivamente -¿Solamente trabajas para prevenirlas o ayudas a los que las consumen?
-No son muchos a los que ayudo, porque es algo para hacerlo yo sola. -suspiró -Siempre que alguno se cura paso a apoyar a otro y así voy.
-¿Y trabajas para una clínica gratuita o algo privado?
-Gratuita. -asentí -Yo la creé, al principio era pequeña, pero luego recibió reconocimiento mundial.
-Espero que esas personas se den cuenta del ángel que eres. -seguí acariciando su cabello.
-¿Nunca pensaste en escribir un libro con tu historia?
-No creo que mi historia sea digna de uno.
-Natalia, en estos años que estoy luchando por esta causa he comprendido mejor el universo que envuelve las drogas y sinceramente tú eres una verdadera guerrera. -la escuché con atención -Es difícil recuperarse, necesitas mucho coraje, mucha fuerza.
-Alba, hoy yo estaría gastando cada centavo de mi dinero con ese vicio si tú no hubieras aparecido. El merito no es mío...es tuyo.
*POV Alba
No me quedé mucho tiempo sin reaccionar ante su comentario porque luego mi celular comenzó a sonar. Llevé mi cuerpo adelante hasta estar sentada y corrí por mi celular que estaba en el bolsillo del abrigo que había dejado colgado en una silla.
-Hola? -prácticamente grité, sin aliento.
-¿Llamo en mal momento? -sonó la voz maliciosa de Julián del otro lado.
-Solamente corrí para atenderte. ¿Qué pasó? -pregunté, ya alarmada.
-Oh, mi bella, no ha pasado nada. -me alivió -Solamente quería saber si estabas bien.
-Lo estoy. ¿Y las cosas por allá cómo van?
-Todo muy bien, exactamente como lo dejaste. -traje una silla y me senté, apoyando el codo sobre la mesa y la cabeza en mi mano.
-¿Y allá? ¿Muchas vacas? ¿Mucho pasto? -carcajeé.
-Es un lugar muy tranquilo.
-¿Y las mujeres? ¿Los hombres? ¿Solamente hay asistentes y farmacéuticos?
-Me crees que ni preste atención.
-Alba, no juegues con la suerte, por ahora estás bellísima, luego los pechos te llegaran al ombligo y quiero ver quien te va a echar los perros. -reí alto por su comentario.
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The Exchange (ALBALIA)
FanfictionEsta novela no es mía... pero es muy buena. Tratare de adaptarla lo mejor posible.