『TERMINADO』
Las personas no somos iguales en el mundo. Siempre existirá algún pequeño detalle que nos diferencie de los demás.
Entonces... Ante una misma situación... ¿Cómo reaccionarían siete hermosos chicos distintos?
||Esta es una historia origin...
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Situación.-
—Sé que la decepcioné —habló tu ex-esposo a través del teléfono mientras preparabas la maleta de tu niño—. Nunca tuve tiempo para ella ni para mi hijo, era tan seguro regresar a casa con ellos que nunca se me ocurrió el hecho de que pudiera pedirme el divorcio.
Su hijo estaba asomándose por las escales escuchando toda la conversación como el pequeño travieso que era.
—Claro que la amo pero si ella ha encontrado a alguien que puede darle lo que yo no pude... Creo que podría conformarme y ser feliz —un silencio se instaló en la línea—. Me permitió llevarme a nuestro niño el fin de semana por ser día del padre, estoy en su departamento.
Pero nadie imaginaba que tu pequeño comenzaba a idear un muy buen plan.
SeokJin.-
—Papi —DakHo habló desde el segundo piso haciendo que SeokJin le volteara a ver—. Mami necesita bajar unas cosas de un mueble pero no las alcanza.
—Dile que voy —le dijo antes de regresar a la llamada para decir que tenía que colgar.
DakHo corrió hacia la mesilla del final del pasillo en donde guardaban llaves de todas las puertas de las habitaciones encontró la que decía “K.DH” y la tomó entre sus manitas pegándose a la pared. SeokJin subió las escaleras y se adentró a la habitación solo para notar como ya casi terminabas de hacer las maletas.
—¿Dónde está lo que quieres bajar?
—¿Qué? —Volteaste a verle confundida sin saber de qué hablaba.
—DakHo me dijo que necesitabas ayuda y-...
El ruido de la puerta cerrándose le cortó las palabras y ambos voltearon hacia allí confundidos. Tu hijo ya no estaba junto a ti así que seguro fue él quien cerró la puerta; al acercarte y girar la perilla solo te topaste con que no se podía, SeokJin lo notó y también intentó abrir siendo el mismo resultado.
—¡DakHo abre la puerta! —Gritaste enojada.
—¡No hasta que regresen! —Fue la respuesta que tuvieron desde el otro lado—. Papá aún te ama... Tal vez puedes darle una oportunidad.
Cerraste los ojos anonadada ante las palabras de tu hijo pero SeokJin supo que era el momento que tanto estuvo esperando para poder recuperarte así que sin pensar giró a verte y caminó hasta envolverte en un abrazo.
—¿Qué haces? —Gruñiste incómoda—. Ya, aléjate.
—No. DakHo tiene razón, aún te amo, siempre te he amado y no quiero estar más tiempo lejos de ti.
—Sí, claro. Por eso tomas turnos extras a pesar de que el dinero tenemos de sobra. No te creo, SeokJin —le recriminaste lo que hace diez meses quisiste decirle.
