°39°

3.9K 320 497
                                    

—llegamos—habla el chófer haciendo que vuelva a la realidad.

—gracias—digo abonando el viaje.

Bajo y veo que está bastante lleno de gente, y si, es febrero, verano, nochesita, viernes.

Suspiro y empiezo a caminar para entrar a la parte donde es peatonal, donde están los bancos y la baranda.

Decido caminar hasta donde lo veía siempre, miro hacía todos lados y no lo veo, el banco donde me solía sentar esta vacío, llegue tarde? Me preguntó.

Pero camino un poco más y ahí lo veo, una sonrisa aparece en mi boca, está en el lugar donde se solía parar al principio de todo, cuando recién me había dado cuenta que era él.

Caminó alejada de las barandas, me freno justo atrás de él a un metro más o menos, está de espalda medio agachado con los codos apoyados en la baranda mirando el agua como siempre lo hizo.

Los nervios se hicieron más fuertes en mi panza, apreté los puños al lado de mi cuerpo, suspiré y sin pensarlo empecé a caminar hacía él.

—al final no sos tan impredecible—hable nerviosa sin mirarlo apoyándome exactamente como estaba él pero a su lado, nuestros brazos estaban juntos, podía sentir el calor de su piel, puedo ver por el rabillo del ojo que gira la cabeza hacía mí y sonríe, baja la cabeza entre sus brazos negando—me vas a decir que venir acá después de subir esa canción es de alguien Impredecible?—pregunto y sigo sin mirarlo.

—creo que se invirtieron los papeles, por qué que vengas vos acá después de la canción, es impredecible—contesta.

—puede ser—contestó.

—la escuchaste entonces?—pregunta, los dos miramos el agua, por cómo juega con sus dedos puedo notar sus nervios.

—sí, ya la había escuchado—giro la cabeza por fin, lo miró esperando que él haga lo mismo que lo hace segundos después.

Puedo jurar perderme en esos ojos oscuros que me miran con un brillito hermoso.

—al escucharla hoy, recordé que esa melodía escuche antes de despertarme, pero no podía escuchar la letra, ese día pensaba que era un sueño, te escuchaba llorar pero no podía hacer nada, escuche que me pedías perdón, que hablabas pero no te entendía por momentos—suspiro y me acomodo de costado para mirarlo mejor, era este el momento donde me tengo sincerar con él y conmigo. Bajo su mirada fija en mí, prosigo—tambien escuche la voz de mi papá que me decía que me deje llevar por esa canción, fue eso lo que me despertó, tu canción, tu presencia, podía sentir tu cara sobre mi mano, tus lágrimas, escuchaba como llorabas—mis ojos empiezan a cristalizarse—fuiste vos, vos lograste traerme de vuelva, vos y tu canción—hablo mirándolo fijo viendo cómo las lágrimas caen de sus ojos pero él no pestañea.

—no es mí canción, es tuya, siempre fue tuya—contesta, sonrió apoyando muy despacio mi mano sobre su mejilla, cierra los ojos ante mi tacto, con el dedo le limpió las lágrimas.

—hoy puedo darme cuenta que no es ni tuya ni mía, es nuestra—susurro dejándome llevar por mis sentimientos y se siente tan bien. Sonríe sin abrir los ojos provocando que también sonría.

—te amo Luz—susurra y abre los ojos, esa sensación hermosa recorre toda mi panza—necesito decírtelo, perdón—dice y niego.

—nunca pidas perdón por decir lo que sentís, siempre tenés que ser fiel a eso, a tus sentimientos, somos eso y nos movemos por la vida por sentimientos y está perfecto—contestó sonríendo mientras sigo acariciando su mejilla.

—escucharte hablar de esa manera me hace recordar a la pecosa que eras cuando estabas conmigo—contesta y sonrió.

—debe ser por qué estoy con vos—me río apenas.

Luz // Trueno //  #2da parte de "Impredecible"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora