Luz // Trueno // #2da parte de "Impredecible"

°21°

°Mateo°

Una semana más que pasaba y con está eran cuatro semanas, sí, un mes desde que la vi por última vez a Liz en esa quinta.

La extraño cada día más, pero eso lo guardo para mí, por qué la sigo amando y extrañando de la forma más callada posible.

Mi vida estas semanas cambió, yo decidí y le prometí a mi papá y a mi mismo que no iba a caer en depresión otra vez.

Se que la pecosa no hubiese querido eso y tampoco me podía ver así nuevamente, ni hacerlo pasar a mi papá por esa situación otra vez.

Así que decidí volver a mi vida de a poco, después de estar llorando unas noches por qué de día estaba con los chicos, decidí arrancar con mi carrera.

Tenía que trabajar, no iba a poder vivir del aire y mis ahorros que fue lo que me mantuvieron este tiempo, ya se estaban terminando.

Así que volví a grabar, empecé con esas dos canciones que habían quedado en el aire cuando grabé Luz, estábamos por la segunda.

Cuando arranqué pensé que me iba a costar o que no iba a poder pero me hizo recordar cuanto amaba lo que hacía, como sana la música y me ayuda a arreglar los mambos de mi mente, ahí me di cuenta que tome una buena decisión.

También ayer nos juntamos con una organización que me contrató para este fin de semana hacer un show en un boliche de Palermo.

Volví a las redes sociales, publique giladas como de costumbre, subí unas historias a Instagram cuando estábamos en el estudio con los pibes.

Y en Twitter tiré una que otra frase del tema Luz, para ir calentando el ambiente y que la gente se vaya preparando.

Así que acá estoy terminando de cambiarme para ir al estudio a seguir grabando, últimamente me pasa la mayor parte de mis días ahí adentro y lo hacía con muchas ganas.

Una vez listo, cerré todo y saque la moto por el pasillo, al final no la vendí ni tampoco compre el auto de Leo.

Me pongo el casco y veo salir a mi viejo que me hace señas, así que me saco el casco y camino hasta su puerta.

—que pasó?

—mañana tenemos una reunión para una posible gira—habla sonríendo

—bien ahí—contesto contento, extrañaba viajar y se que me iba a hacer bien.

—bueno era eso hijo así que no vengas muy tarde por qué es temprano la reunión y después me cuesta un huevo despertarte—me rió y niego

—tranqui viejo, hoy comemos juntos querés?

—bueno dale te aviso cuando esté la comida por qué adentro del estudio perdés la noción del tiempo vos—se ríe y yo también, claramente tiene razón.

—dale, nos vemos a la noche—chocamos las manos y me vuelvo a la moto.

Llegó al estudio donde están los pibes, toco timbre y me abre Camí.

—que onda ñeri?—chocamos las manos.

—hola amigo, hay una sorpresa adentro—dice cerrando la puerta atrás mío.

Frunzo el ceño y camino por el pasillo hasta llegar a la puerta del estudio, la abro y visualizo una rubia sentada en uno de los sillones, sonrió ampliamente.

—rubia me estabas esperando a mí?—le pregunto guiñando el ojo.

—obvio bebé—responde Becky y se acerca a abrazarme.