Capítulo 13

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Estaba en el jardín a plena luz del día. Estaba sentada de piernas cruzadas y con sus ojos cerrados, parecía dormida. Un palo cualquiera reposaba a su lado, como si de igual manera buscara descansar.

Pero no podía hacerlo en esos momentos.

El sonido de pasos apresurados hizo que rápidamente se levantara tomando entre su mano el palo y contrarrestara el ataque que era para ella. Debido a la distracción de su agresor pudo fácilmente derribarlo al golpear con su pie las piernas del otro.

- ¡Auch! - exclamó con dolor quien ya estaba tirado en el suelo, siendo apuntado por la mayor con su respectivo palo. Además se estaba riendo de él. - ¡Venezuela!

- ¡JAJAJA! - reía la mujer ayudando a su hermano a levantarse.

- ¡Ya deja de reírte! ¡No es mi culpa que siempre caiga! - dijo Ecuador de brazos cruzados y con un puchero, pero luego sintió como el palo de mayor le golpeaba con fuerza el trasero. - ¡AUCH! - gritó sobándose la zona afectada.

- En realidad si es tu culpa, debes entrenar más; superar tus límites - dijo la mayor. - no es mi culpa que estés más pendiente de jugar Call of Duty con Siria a estar entrenando en el arte de la espada - dijo pensando en reprocharle también al sirio.

- ¡JA! ¡Eso es verdad! - gritó Panamá desde un lugar cercano a ellos. Estaba sentada junto a Colombia mientras ésta sacaba comida y bebidas de una caba que habían traído, increíblemente, USA estaba con ellas.

- Bueno friend, deberías prestar más atención a lo que se te enseña ¿O no My Love? - preguntó abrazando a Colombia con cariño y pequeño sonrojo.

- Claro que si, corazón - le respondió Colombia acercándose más a él.

Si, por fin son una pareja oficial (Claro, después de que USA se arrastrará hasta el suelo para recibir la aprobación de Venezuela).

Regresando a lo importante, el tricolor menor bajó su mirada con dolor.

- Perdón... Soy un inútil, nunca llegaré a bueno con la espada - dijo Ecuador decepcionado de si mismo.

Venezuela suspiró, era tiempo de subir ánimos.

- Mira chico, no es que seas un inútil, porque yo no perdería mi tiempo enseñando a un cualquiera. Ni ha Colombia ni a Panamá les he enseñado tanto a como lo estoy haciendo contigo, y es simplemente porque ellas no desean saberlo - dijo la mayor con seriedad. - Mírame - le ordenó a Ecuador, el cual obedeció. - ¿Crees que aprender a utilizar una espada para atacar es lo que quiero para ti? Mi lucha contra el régimen español fue para que en este tiempo ustedes no tuvieran que vivir la guerra, sólo te estoy enseñando para que puedas defenderte si no estoy ahí. Pero, principalmente, es para que tengas la concentración y destreza necesaria para poder llevarte al siguiente nivel

Ecuador sonrío con alegría al sentirse querido y especial para su hermana, la abrazó sorprendiéndola, pero la mayor le devolvió el gesto.

- ¡Oh! ¡¿Y cuál es, hermana?! - exclamó emocionado separándose de ella.

La venezolana sonrió y estuvo a punto de hablar, pero un saludo inesperado la sorprendió.

- ¡Orquídea aquí estás! - gritó España acercándose a ella, ignorando a Ecuador.

- Ah, hola España - saludó con sospecha la venezolana. Que España se le acercara de repente ya no era muy normal.

Cuando Imperio Español se apoderó de sus tierras trajo a su hijo, España, como aprendiz y lo dejó viviendo en el mismo lugar que Venezuela. A España no le gustaba la manera en la que trataba a Venezuela e incluso, cuando la obligó a crecer drásticamente, fue él mismo quien cuidó de ella durante ese tiempo para que no muriera. Le enseñó todo lo que necesitaba para que Imperio Español no la castigara. Pasaban sus ratos libres juntos entre libros y escondites secretos, como la pequeña familia que decidieron ser. La ayudó a escapar para formar su independencia a pesar del castigo que su padre le haría cuando lo descubriera.

Corazón En CRISISWhere stories live. Discover now