My priority 🐙

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Hace un par de semanas recibí una invitación a la inauguración de un hotel en la que aporté con los planos junto con mi compañero Smith y otro arquitecto. Hicimos un increíble trabajo los tres juntos y ahora habrá un gran evento formal en el que las personas aplaudirán por mi esfuerzo y el tiempo que le dediqué a este proyecto. Usualmente no me quedo en la celebración por mucho tiempo —porque no es la primera apertura a la que soy invitado— pero la de esta vez me emociona porque mi princesa estará ahí y me verá con orgullo, y nos tomarán una fotografía como recuerdo y podré disfrutar de una fiesta a su lado.

El evento comienza hoy a las ocho de la tarde, por lo que aún nos quedan cuatro horas para arreglarnos. No me preocupa mucho mi atuendo, cualquier traje que me ponga estará bien, aunque Brendon no tiene ropa formal en su armario. Quizá esto no es una sorpresa, pero yo previ hasta el más mínimo detalle y me preparé acorde a cada uno de ellos; hace unos días llevé a mi dulce novio con mi sastre preferido para tomar sus medidas y supuestamente el traje que confeccionaría quedaría listo dentro de una hora, así que no hay motivos para comenzar a estresarme. Tan sólo debo esperar a que sean las cinco de la tarde para ir y volver con el pedido.

Finalizado mi quehacer de limpiar la cocina y el comedor, retiro los guantes de látex de mis manos y me quito el delantal, mismo coloco en uno de los colgadores de la pared. Camino hacia la sala para descansar un poco y luego el más bajo se aproxima rápidamente al sofá, mas no viene hacia mí, sino que mueve todos los cojines y mete las manos al interior del mueble. Lo observo en silencio, oigo cómo se queja y maldice en voz baja, y por último pongo una mueca de confusión tras verlo marcharse echando humo por las orejas.

— ¿Mi amor? — Me levanto y lo sigo. Urie marca cada uno de sus pasos al subir las escaleras, yo detrás de él, y balbucea cosas que no logro entender mientras mueve mucho las manos. — Princesa, ¿qué es lo que tienes?

— ¡Ese dinero! — Exclama con las manos en la cabeza. Sigo sin comprender a qué se refiere, pero continúo caminando a sus espaldas hasta que llegamos a la habitación. Él va directamente hacia la mesita de noche y abre los cajones, removiendo las cosas en el interior de ellos y gruñendo al no dar con lo que quería. — Me voy a morir. — Dice, alarmándome.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Suelto mis preguntas nervioso, mi corazón ha comenzado a latir más rápido que hacía unos segundos.

El ojimarrón niega y se levanta, acercándose a mí y tomando mi rostro entre sus manos.

— No era enserio, pero... agh. — Vuelve a quejarse y noto sus cejas inclinadas hacia arriba, algo fruncidas y casi juntas: está angustiado, quizá estresado o ambas. — Dally, tú tienes muy buena memoria. ¿Recuerdas un sobre con mucho, mucho dinero? Era blanco y tenía una estampita de un beso rojo. ¿Viste dónde lo dejé?, porque lo necesito ahora.

— El sábado al cerrar la heladería sacaste demasiados billetes de la caja y los pusiste en ese sobre, — Inicio. — luego lo guardaste en el bolsillo trasero de tu pantalón. Cuando llegaste aquí, te quitaste el pantalón, lo lanzaste al sofá y subiste a ducharte. — Él asiente, dándome a entender que me está poniendo atención. — El domingo lavé la ropa, así que te devolví ese sobre y tú lo metiste en mi chaqueta, la misma que usé el lunes cuando volvimos a la heladería. Ahí te lo regresé, me fui a mi propio trabajo y, como no estaba contigo, no supe qué hiciste con él después.

— ¿Y eso es todo? — Exige con los ojos bien abiertos, sus manos tomando mis brazos. — ¿No lo viste de nuevo después del lunes? — Niego. — Ay, no. Ay, no. Ay, no. — Vuelve a quejarse, apoyando su cabeza en mi pecho y negando con ella.

— ¿Es muy necesario el dinero?

— Bastante. Era con lo que íbamos a pagar la renta del local, llevábamos dos semanas atrasados. El dueño pidió el pago para hoy y yo no me acordé hasta que vi la fecha en el celular. Mierda, — Se separa y se abraza a sí mismo. — le dije a Hayley que podía cuidar bien el dinero, por eso me lo dio y ahora lo perdí. — Muerde su tembloroso labio, lo que significa que se está aguantando las ganas de llorar.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Jul 13, 2020 ⏰

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Painting it pink OS •• BrallonWo Geschichten leben. Entdecke jetzt