Me moví un poco incomoda y desconcertada, aquellos meses en coma estaban cobrando factura.

Deje el helado en la mesa y mire fijamente a mi mejor amigo.

-Lo siento, creí que tu y el... - traté de decir, pero nuevamente fui interrumpida.

-Nada ¿Esta bien? El y yo no tenemos ¡Nada! - exclamo frustrado.

Abrí los ojos sorprendida, pero es que el jamás me había hablado así, bueno a nadie que yo recuerde.

-Discúlpame - dije en voz baja.

Mire mis manos, sin saber que mas decir, de repente me sentía en una atmosfera diferente, bastante turbia e incómoda... Desconocida.

Sentí los brazos de Steven rodearme con cariño.

-Perdóname, perdóname... no quise hablarte así, pero es que esta situación me tiene tan confundido, no le digas a Alexander que te grite - dijo Steven arrepentido.

Le sonreí dulcemente, y acaricié su mejilla mientras se dejaba caer en mi regazo.

-¿Qué te tiene de ese modo? O mejor dicho ¿Quién? - pregunte suavemente.

El bufo y se escondió utilizando mi cabello, negándose a responder y reí suavemente, era como un pequeño gatito caprichoso.

-Mm... déjame ver, no será cierto chico italiano con ojos encantadores y sonrisa de galán - inquirí de forma juguetona.

A lo que Steven asomo su rostro, mirándome con un puchero mientras asentía.

-¿Qué pasa con Giorgio? - interrogue mirándolo.

Steven se sentó en el sillón y se paso las manos por su cabello azabache con destellos rubios.

-Es tan confuso, en un momento es lindo conmigo y después me trata como basura, no se que hacer... el chico con el que salgo es lindo y todo, pero el problema es que no es Giorgio - respondió Steven con cansancio.

Fruncí mis labios, pensando en la situación o en lo que era obvio para todos.

-Escucha Stev, Giorgio es alguien muy bueno y se que no te quiere lastimar aun que sus actitudes muestren lo contrario, es solo un hombre con miedo a enfrentar lo que siente y más aún cuando toda su vida a sido un mujeriego, él tiene miedo - explique lo que yo consideraba.

No sabia si estaba en un error, pero esa podía ser una de las razones, aceptar lo que te gusta o quieres, no siempre es fácil mas a un cuando lo niegas por orgullo o machismo.

Y ese creo era el problema de Giorgio.

Steven se quedo en silencio meditando las palabras que le había dicho, pero de pronto una duda asalto mi mente.

-Tu padre no te acepto cuando le revelaste tus verdaderos gustos, tal vez el sienta lo mismo, y tema como sus padres puedan reaccionar, aun mas en su trabajo - susurre lo último.

Steven me miro con media sonrisa.

-Se que es un mafioso, él y Dominik - dijo Steven.

Fruncí el ceño confundida.

-¿Cómo lo sabes? - pregunte.

-De Giorgio lo supe antes de que despertaras y de Dominik lo supe hace unas horas cuando se lo grito a Danielle en la calle - respondió Steven.

Abrí los ojos con sorpresa, caí en cuenta de la cierta chica no estaba.

-¿Dónde está Danielle? - le pregunte.

Steven frunció el ceño también confundido.

-No lo sé, la llame, pero no atendió el móvil, lo ultimo que supe de ella es que se fue con Dominik - explico Steven.

MAGNATE AMADOWhere stories live. Discover now