Obsessed ➺ JaeSung

O4

Sintió su manos temblar, y oh, no era por ansiedad, miedo o sorpresa, era por ira. Aquella emoción se había concentrado y Jisung juraba que sus nudillos picaban por golpear a la persona frente a él.

Park no era una persona con tendencias violentas, pero en ese momento no le importaba ser demandado por daños físicos al contrario (si le importaba y por la misma razón aún no le ha metido un puñetazo a Na.)

Jaemin tenia una sonrisa plasmada en su rostro, como si no hubiera afectado al menor de ninguna forma o el hecho de que sus dos mejores amigos de la nada habían olvidado la existencia de este.

—¿Cómo entraste?

—Que cortante, y yo que me moría por volver a verte.- inhala, exhala, no pierdas la compostura Park Jisung.

—Te dare tres segundos para que empieces a decirme como entraste a mi departamento o llamare a la policía.- su mano ya estaba en el bolsillo de su pantalón listo para sacar su celular.

Aún reiterando la advertencia el otro no dejo de sonreír, tampoco se digno hablar.

—Uno.- empezó a contar y nada que el otro intentaba dar comienzo a su explicación.

—Dos.- el de cabellos azules se acomodo mejor en su habitación.

—Tres.- sacó su teléfono y marcó el número de emergencias.

—Ahórrate el esfuerzo, no van a contestar.- no diría que el miedo lo tomo por completo ante eso, si no más bien la desesperación.

Llevo el electrónico a su oreja, el timbre de que marcaba no sonaba, observó la pantalla creyendo que no le había dado a llamar pero efectivamente lo había hecho.

Busco como llamar a Renjun pero era lo mismo, intento con Jeno e incluso con Minhyung (no pregunten como tiene su número de teléfono, Jisung se negaba a admitir que había terminado guardando el número de este) los resultados siendo iguales.

¿Algo en su teléfono estaba fallando? ¿La compañía telefónica tal vez?

No, todas las barras del icono de señal estaban llenas, tampoco el wi-fi le fallaba porque los mensajes y notificaciones de otros entraban a su celular con normalidad, pero eran los suyos los que no se enviaban.

—¿No escuchas a lo que te dicen?- dejo el aparato en el escritorio al lado, con la otra mano tomo la manija de la puerta listo para abrirla y salir corriendo por si el otro intentaba hacerle daño.

Analizó la posición de Na, estaba relajado y seguramente disfrutaba de la situación del menor, movió sus orbes por su habitación y ahí fue que noto que algo andaba mal (además de Jaemin irrumpiendo en su departamento y todo lo que tenga que ver con él.)

Los cuadros colgados en las paredes color azul marino parecían ser nada más que canvas teñidas de negro en vez de panoramas y retratos de tonos vibrantes.

La lámpara encendida parpadeaba, la pantalla de su celular se iluminó de la nada mostrando una llamada entrante pero el nombre o número de quién sea que lo llamaba no aparecía.

¿Era idea suya o el oxígeno se sentía pesado? El solo intentar llevar aire a sus pulmones dolía.

Bien, ahora si tenía miedo.

Intento abrir la puerta y salir de ahí pero su cuerpo no respondía a las órdenes de su cerebro.

—Jisung, responde.- sus cuerdas vocales dolieron cuando trato de hablar.