Park Jisung era la definición de persona corriente, tenía una vida normal y no se quejaba, incluso llegaba amar esa monotonía.
Pero cuando la vida esta estable y es algo habitual lo peor hace aparición, algo llega a destruir ese flujo y aún si la ca...
Cuando le preguntas a alguien si quisiera cambiar algo en su vida probablemente responderá que le gustaría que sus días fueran más emocionantes, que pasase algo de la nada y que le diera un giro inesperado a aquel tiempo tan corriente.
Muchos desean eso pero cuando se cumple, quejas sobre como preferían la monotonía no se hacen esperar. ¿Saben por qué? Por que el ser humano no esta acostumbrado a cambios drásticos y siempre se cierra a la comodidad a la cual están tan familiarizados pero eran ciegos al valor de esta.
Jisung siempre ha amado su vida corriente, iba a la universidad, visitaba a su familia y a veces se daba la oportunidad de salir con sus amigos, ese sentimiento de tener las riendas de tu vida era maravilloso, era como si de la nada mirases al cielo, algo que está presente a lo largo de la vida pero llega a tomar colores espléndidos dependiendo del clima y hora del día, algo normal que llegaba a cultivar el deseo de capturar ese panorama y quedarte así hasta la eternidad.
Park apreciaba el significado detrás de simpleza y una vida normal.
Pero el universo tenía otros planes para él.
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No tenía planeado salir con Renjun ese día, pero su mejor amigo lo había pasado molestando con llamadas y mensajes al punto de quemarle el teléfono, así que gracias a eso termino en la calles de Seúl con el extranjero.
No negaba que salir sin idea previa era algo divertido, pero prefería por lo menos saber a dónde irían.
—Ren, si vuelves a llevarme a un club juro que cuando estes durmiendo te raparé las cejas.
—Vamos Jisung, no fue para tanto.- el extranjero rodó los ojos recordando la experiencia del menor en el recinto nocturno.
Park podía ser alguien que casi nunca llegaba a perder los estribos, pero cuando se trataba de personas coqueteando con él y alcohol en un mismo lugar, el pobre tenía experiencias bastante vergonzosas.
Sintió un par de ojos en él, sabía que el de cabellos ónix lo miraba molesto y esperaba una explicación o se iría de ahí.
—Relajate, iremos a un restaurante, Jeno estará ahí con alguien más, y antes de que preguntes, no, no se quién es.- logro captar a su amigo maldiciendo por lo bajo y le pareció gracioso. —¿En serio te afecta tanto Mark?
—Renjun, si tuvieras a un canadiense detrás de ti invitándote a salir cada que te ve estarías igual.
Huang definitivamente amaba como lo más mínimo en el área de sentimientos llegaba a molestar al coreano.
—Vamos Jisung, el chico hace lo que puede, me sorprende que aun siga insistiendo cuando no le das bola, de hecho, me sorprende como te has mantenido virgen por tanto tiempo ¿siquiera has tenido novio?
Un codazo en su costado derecho fue la razón de que el oxígeno abandonara sus pulmones.
—Mira quien habla señor "estoy terriblemente enamorado de Lee Donghyuck pero no me atrevo a pedirle una cita."
