Capítulo 5

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Don't blame me for falling
I was just a little boy


El estudio era realmente su refugio, el lugar en dónde podía relajarse al extremo sin preocuparse por cosas insignificantes. Había estado allí durante más de tres horas, editando fotografías que había estado tomando al azar en las calles, de paisajes alrededor, y alguna que otra en dónde ciertas modelos posaron para él.

También se encargaba de hacer fotos civiles, la gente lo contrataba para que retratara sus bodas, aniversarios, bautismos y cualquier otro evento social. Por supuesto, tenía gente que también trabajaba para él, pero sus clientes más devotos pedían exclusividad y reservaban su presencia para cada evento. Su estudio contaba con varios sets ambientados para diferentes tipos de fotografías, y muchas personas circulaban durante el día alrededor de su oficina.

Él solía tomarse algunos días para ir a la playa, con su cámara profesional a cuestas, envuelto firmemente alrededor de su cuello en un cabestrillo. Se sentaba con las piernas cruzadas sobre la arena turbia y húmeda mientras observaba atentamente la vista; aquella era gloriosa. Supo retratar la puesta del sol, lo que provocaba que el cielo brillara con colores ardientes: toques de naranja, rojo y rosa que se unían. Era un sueño para un fotógrafo.

Ahora estaba frente a su computadora, filtrándose a través de diferentes imágenes de modelos que él tomaba, editándolos y retocándolos a la perfección falsa. Pero ahora mismo, era sincero.

Estas fotos eran sinceras.

Una joven pareja que había estado posando para un book de bodas. Ella era bella, él era bastante guapo también, y se miraban a los ojos con un amor envidiable. En esa fotografía en particular no estaban posando, Harry sólo capturó el momento en que habían terminado de cambiarse de vestuario para continuar con el photoshoot en otro de los rincones del set.

Esta pareja había solicitado su presencia para la noche de la boda, con cuatro meses de anticipación, y el evento se celebraba en menos de dos meses. Perrie, ella, Alexander, él.

Mientras miraba las fotografías de esta pareja en particular, recordó el fin de semana anterior, cuando salió por el parque con su cámara, a despejarse. Le dolió en un momento ver a una familia feliz, un recordatorio desgarrador de la oportunidad que supo perder. Su dolor de corazón persistente se sentía más profundo a veces, pero no podía dejar de admirar desde lejos. Aquellas parejas de seguro habían logrado mantenerse unidas a lo largo de sus problemas y la rutina, manteniendo una base sólida e incluso criar a sus hijos juntos, y eso era lo que Harry ahora anhelaba tener.

Era un ardiente deseo.

Y era suficiente para que se sentara en uno de los bancos de aquella plaza y le invadiera su propia envidia, incapaz de explicar la amarga sensación en su estómago.

Suspiró mientras alejaba los pensamientos antes de que pudieran permanecer demasiado tiempo y empañar su buen humor. La fotografía siempre lo ponía en un estado de ánimo elevado. Él arrojó su cabeza hacia atrás y se acostó contra el respaldo, suspirando.

Hoy iba a ser otro día ocupado en el estudio, corriendo detrás de los modelos y revisando a su estilista. Sería otro día repleto con la corrección de los pequeños detalles de la sesión fotográfica, como asegurarse de que el telón de fondo estuviese inmaculado, que la configuración de la cámara fuera correcta y que los modelos siguieran la pauta de su apariencia.

Era viernes por la tarde, y tenía pensando ir a casa temprano, pero Zayn le había estado enviando mensajes para invitarlo a cenar. Hacía un mes le había pedido que necesitaba una especie de "tiempo". Toda la situación de estar removiendo sentimientos del pasado le hizo tomar esa decisión. No había dicho la palabra ruptura, sino que le pidió que se fuera a su propio departamento por un tiempo. Habían estado conviviendo por más de 3 años ahora, pero Zayn tenía su propio apartamento también, en el cual dormía aquellas noches que Harry le pedía estar solo.

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