Capítulo 1

340 28 22
                                    

Unforgettable together, held the whole world in our hands
Unexplainable, a love that only we could understand



PRESENTE



Su jornada laboral había terminado un poco más tarde el día de hoy, asíque Louis se dirigió a casa con prisa, porque allí lo esperaba Perrie muy ansiosa.

—¡Te extrañé!

Louis sonrió mientras tiraba la llave sobre la mesa de café y se quitaba el abrigo.

—Lo siento, amor... No veía la hora de estar contigo, ¡yo también te extrañé!

Perrie rodó los ojos mientras se acercaba a besar a Louis en la mejilla. —Preguntó por ti todo el día. En fin, me voy... Alex me está esperando.

Finalmente, Louis se dirigió a ella. —Sí, sé que llegas tarde a tu cita, lo siento.

—No hay problema, Lou. ¿Los veo mañana?—. Perrie preguntó mirando la hora en su celular.

—A la hora de siempre—. Louis respondió mientras abrazaba a Haylie para detenerla, porque estaba saltando en el sofá.

—¡Te extrañé, papi!

Perrie sonrió al ver la escena por un momento, suspiró y se acercó a ellos para besar a Haylie en la frente. —Pórtate bien, preciosa. Adiós.

—¡Adiós, mami!

Perrie soltó una risita mientras caminaba hacia la puerta. Louis rodó los ojos y bufó. —Haylie, ya te dije miles de veces que Perrie no es tu madre.

Haylie frunció el ceño, se cruzó de brazos e hizo un puchero con sus labios, lista para un nuevo berrinche. —Yo quiero que ella sea mi mami, por favor, ¡por favooor!

Louis sonrió de lado y suspiró. Conocía a Perrie desde hacía cinco años, cuando llegó a Londres. Ella era amiga íntima de Tiernan, esposa de Steve, su socio. Pronto se convirtieron en amigos y cuando supo que Louis estaba en busca de una niñera para Haylie, ella se ofreció felizmente.

—Vamos a darnos un baño y a la cama, Princesa. Ya es hora, vamos.

Haylie resopló exageradamente, provocando una risita de Louis y luego se dirigió hacia las escaleras, seguida por su padre.

Para tener 4 años era una niña muy inteligente, y su vocabulario era algo amplio y bien construido. Él jamás le habló infantilmente y siempre le leyó por las noches; también fue ayuda de Perrie, que según Louis, hablaba como un loro y con ella pasaba la mayor parte del día. Sin embargo, había ciertas palabras que no las decía correctamente, o le costaba pronunciarlas bien. Lo normal para una niña de su edad.

—¡No quiero ese jabrón!—. Chilló.

—Jabón. Ja-bón. —Louis moduló lentamente. —¿Este rosa o el verde?

—¡Vede! ¡Oops!—. Ella dijo y se cubrió la boca riendo. Su padre se lo corrigió varias veces. —Verde.

—Mhm...—Louis asintió y le alcanzó el jabón a la bañera. Haylie se bañaba sola, ya que según ella, era muy grande. Louis la dejaba jugar en el agua, siempre supervisándola, y luego lavaba su cabello.

Adoraba sus rizos y el aroma de ellos luego de cada baño.

Haylie se durmió después de leerle el cuento de cada noche. Louis besó su frente y se quedó observándola por un buen rato, pensando... siempre pensando. Haylie volvió a decirle que quería tener una mamá, Louis sintió un fuerte dolor en el pecho al creer que quizás él no era suficiente para hacerla feliz.

Habit Donde viven las historias. Descúbrelo ahora