LOVE TO DO || KyungSoo

6. La persona que más te quiere

La persona que más te quiere

Kim JongIn, repite su nombre intentando recordar algo; sin embargo, no hay ni la más mínima señal de reconocimiento asociado a ese nombre. Desde hace ya 3 días que BaekHyun lo mencionó y no ha podido borrarlo de su mente.

Kim JongIn resulta ser la persona que ha estado viendo sus presentaciones en el bar y quien le había solicitado su número de celular a Kris. Además, habían estudiado en el mismo Instituto, graduándose con un año de diferencia. Y la mayor casualidad, en la fiesta a la que BaekHyun había asistido, fue justamente esta persona, quien le indicó en dónde lo podía encontrar.

Lee nuevamente las cartas, intentando descifrar algo que tal vez se le haya pasado por alto, pero no encuentra nada relevante. A pesar de esto, KyungSoo, esta vez no tiene dudas: Kim JongIn es quien está detrás de aquellas cartas; solo es cuestión de enfrentarlo y pedirle que no lo haga más.

A la mañana siguiente, está listo para ir a trabajar, solo que algo no parece estar en su lugar. Baja la mirada y sobre el borde de la puerta, encuentra una fina corriente de agua que se va adentrado a su apartamento.

Abre la puerta y halla al causante, y viene del apartamento de en frente; de inmediato frunce el ceño, renegando de la situación. Muy de mala gana, toca la puerta ¡Necesita una explicación! Escucha una serie de quejidos, chapoteos y objetos pesados siendo arrastrados y algo, que parece, ha caído al suelo. Está a punto de retroceder, tomar un trapeador y limpiar lo que le corresponde; pero la puerta se abre, antes de que pueda moverse.

Es recibo por un hombre, un par de centímetros más alto que él, luce bastante agitado con su cabello oscuro convertido en una maraña.

—¿Está todo bien? —pregunta KyungSoo entrecerrando los ojos.

El hombre de aspecto desaliñado, parece relativamente sorprendido, sus mejillas se ruborizan bajo una piel bronceada.

—P-por supuesto que todo está bien, por qué creería que no, señor, digo, vecino.

El extraño sostiene la puerta como si su vida dependiera de ello, a KyungSoo le parece bastante extraña su actitud; así que mira hacia un lado y encuentra un auténtico desastre en el interior del apartamento, el cual está inundado y hay objetos flotando.

—Hay agua donde no debe haber agua —Manteniendo una expresión fría, señala al piso, donde sus zapatos se han estado mojando—. Y está entrando a mi apartamento.

—Oh por Dios, lo l-lamento muchísimo.

KyungSoo se irrita ante la respuesta obtenida.

Aprieta los dientes cuando está a punto de soltar una retahíla, pero es sorprendido cuando escucha, lo que parece ser, un maullido. Su vista se detiene en un gato blanco, bastante peludo, que se ha subido a la cortina, rasgándola en el proceso.

—¡Luobo! No te subas allí.

KyungSoo suspira hondo al ver al otro hombre corriendo tras el felino, pero en el camino trastabilla, prendiéndose de la cortina para no caer, más esta se termina por desgarrar y cae al suelo con todo y cortina. Mientras que el gato ha saltado elegantemente y termina sobre la mesa del comedor.

No lo puede evitar, cuando estalla en risas al ver la cómica escena desarrollarse ante sus ojos, y el pobre hombre intentando escapar de la cortina que se ha enrollado sobre su cara. Tapa su boca con sus manos e intenta contenerse; incluso algunas lágrimas se han escapado de sus ojos. Respira profundo, entrando al apartamento, se inclina para ayudar a levantar al hombre, que parece más nervioso que antes, su ropa está totalmente mojada y ni qué decir de su cabello.