02. Presentaciones y bienvenidas

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EADLYN

Llevas haciendo esto muchos años... ¿Por qué siempre te pones nerviosa el primer día? —me regaño frente el gran espejo del baño, donde me cepillo los dientes.

Enfadada conmigo misma, haciendo al mismo tiempo el papel de hija nerviosa por su primer día de clases, y el papel de buena madre tratando de calmarla con esas palabras alentadoras que —supongo— sueltan las madres.

Hago unas pocas gárgaras a todo correr cuando mi móvil vuelve a vibrar dentro del bolsillo alertándome de que Chani ya se encuentra en la entrada esperándome de manera impaciente mientras da constantes golpes con el pie contra el suelo de manera inconsciente.

¿Cómo irá vestida hoy?

Bajo de dos en dos los escalones y salto los tres últimos y continúo mi carrera mañanera. Esquivo a un par de estudiantes que me miran divertidos y por fin diviso a mi compañera quien agita la mano en el aire.

—Perdón por llegar tarde —me disculpo mientras apoyo mis manos en mis piernas para recuperar el aliento.

—Da igual, debemos darnos prisa, ya debe estar por empezar —me advierte para después arrastrarme de la misma forma que lo hizo el primer día.

Cuando llegamos al comedor, todos los asientos están ocupados, por los que muchos se sientan encima de las mesas a la espera, mientras otros optan por quedar de pie situándose lo mas cerca posible de los profesores. Cuando nos acercamos, consigo distinguir al hombre de pelo rubio que hablaba el otro día con Chani sobre donde se encontraba el profesor de Arte Moderno y Contemporáneo, junto a él esta ese mismo profesor y una mujer de piel oscura con una resplandeciente sonrisa plasmada en su rostro, la cuál es la primera en hablar.

—¡Bienvenidos a Anteros Academy! —nos saluda con entusiasmo plasmado en cada palabra. Acomoda sus gafas de pasta amarilla sobre el puente de su nariz y continúa—. Estoy aquí para presentaros un programa que os permitirá interaccionar con alumnos que cursan diferentes estudios.

Esas últimas palabras crean un gran alboroto entre los estudiantes quienes crean un bajo murmullo de susurros, aunque a la profesora parece no importarle.

—¿Alguien sabe lo que es un programa de desarrollo personal?

Todos empiezan a intercambiar miradas entre ellos en busca de alguien que sepa dicha respuesta. Mis manos tiemblan y las hago puños apretándolas notando como mis uñas se clavan en la palma.

Después tendré media luna grabada en ellas.

—Un programa que permite la interrelación respecto a las dificultades de lo rutinario y los sucesos de la actualidad.

Cuando mi voz resuena por la cafetería, todos parecen girarse al mismo tiempo a cámara lenta para posar sus ojos curiosos en la chica que a respondido. Cuando alzo la cabeza y una vez que dejo de hacer fuerza con mis manos, me centro en la profesora de tez morena que me mira con alegría y orgullo al saber que alguien se ha informado al respecto antes de asistir.

—Es exactamente así. Se trata de dedicar un tiempo a hablar de los problemas que os afectan en la universidad o en vuestras vidas, de manera mas personal —explica de manera mas detallada para todos aquellos que no lograron entenderlo.

Rayan [en pausa] Where stories live. Discover now