29. Entre canciones y copas

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Ú L T I M O         C A P Í T U L O

Ú L T I M O         C A P Í T U L O

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EADLYN

—Nathaniel.

Su mirada perversa me lo dijo todo.

Tras mi discusión con el rubiales, ambos habían mantenido una conversación, donde este le había largado todo a mi hermano, incluyendo mi aventura con el señor Zaidi.

¿Y si lo cuenta? Me echarán de la Universidad, por lo que me quitarán la beca y eso dejará una gran mancha en mi expediente. Y por no hablar de Rayan, perdería su trabajo y a penas es su primer año en Anteros, y hay que admitir que hace muy bien su trabajo —casi tanto como besa...—.

—¿Desde cuándo te llevas tú con Nathaniel? —me cruzo de brazos, confundida.

—Desde que se dió cuenta de la clase de persona que eres —escupe con rabia. Si llegara a morderse la lengua se moriría con su propio veneno.

—¿Si tanto me odias, por qué te preocupaste cuando te amenazaron con venir a por mi?

Aegan desvió la mirada un segundo, lo suficiente para saber que algo ocultaba, aunque siendo él, me espero cualquier cosa.

—Por que... —se pasa las manos por el pelo frustrado, y se sienta en el sofá despegable donde el duerme. Con su mano, golpea el sitio libre a su lado, indicando que me siente—. Por qué se lo prometí a mamá, Eadlyn.

Sus ojos me miran inundados de lágrimas, lleno de arrepentimiento y dolor, cansado de guardarse tantos secretos y arrastrarlos consigo.

—¿Sabías que se iba a ir? ¿Qué nos iba a abandonar? —mi voz titubeó y mi mente empezó a hacer preguntas que solo él puede responder.

—Ella fue a mi habitación contigo en brazos Eadlyn —me agarra de las manos y me seca las lágrimas que empezaron a caer de mis ojos.

—¿Entonces me quería? —pregunté, con el último atisbo de esperanza —que al parecer—, me quedaba.

—Te quería más que a nada en este mundo Eadlyn —con su mano y sus ojos brillosos colocó un mechón tras mi oreja—. Me despertó y se metió en cama contigo en brazos y te puso en el medio de los dos —llegados a este punto, su voz temblaba intentado retener las lágrimas—, ella lloraba y yo le pregunté que si quería que avisara a papá, ella negó y me pidió que te cuidara con mi vida, que soy tu hermano mayor, que tú eres mi princesita y debo protegerte del mundo que nos rodea, y no dejar que ningún chico te rompa nunca el corazón.

Rayan [en pausa] Where stories live. Discover now