Epílogo

4.8K 301 175
                                    


EPÍLOGO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



EPÍLOGO


Silencio.

Eso es lo que reinaba en el ambiente desde que decidí adentrarme al auto. No sabía cuánto tiempo había pasado ya, ni dónde estaba o a dónde íbamos. No encontraba la fuerza para hablar y exigir explicaciones.

No podía entender nada. Incluso si intentaba buscar la respuesta por mí misma.

Logan no me devolvió la mirada en ningún momento, aunque iba frente a mí, parecía que lo hacía intencionalmente, pero podía sentir un sentimiento de culpa de su parte.

Mi padre se cruzó del asiento copiloto a la caja de la camioneta, donde estábamos nosotros dos. Había alguien más conduciendo, pero no sabía su identidad.

—Ah —suspiró él. Sentándose contra la pared de la camioneta a un lado de Logan, para luego mirarme—. Ya pareces toda una mujer, Olivia.

No contesté. Me limité a mirarlo con seriedad, todo esto no me estaba gustando nada.

—Quiero una explicación. Con toda la verdad.

Él se rió levemente y asintió.

—Por eso vine hasta aquí, querida —sonrió—. Pero bueno, ponte cómoda que es una historia muy larga. Seguro te aburres.

Quiso bromear, pero no estaba para bromas en ese momento.

—Bien —volvió a suspirar—. Ah, bueno. Empecemos en nuestro viaje a México.

—¿Por qué me convertiste? —Pregunté directamente interrumpiendolo.

Él se tomó unos segundos para pensar bien su respuesta.

—Creo que ya sabe sobre nuestra historia y especie, ¿no es así, Logan? —él asintió muy levemente con la cabeza gacha—. Bueno, ya no quedan hombres lobos paráxens en América, querida. En realidad, sólo queda nuestra pequeña familia y la de un pariente lejano en Polonia. Es muy importante preservar nuestra seguridad.

—No entiendo...

—Mira, sé supone que aunque intentes convertir a tu segundo hijo no paráxen, no podrá convertirse. Es una teoría que ha persistido por siglos en nuestra familia y jamás rota. Nadie se había atrevido a intentarlo.

—¿Por qué no?

—Porque el riesgo de muerte es un hecho.

Fruncí el ceño. ¿Eso quería decir...?

—Antes que te alteres... —suspiró—. Mira, la verdad es que tenía que arriesgarme por el bien de nuestra especie. Ahora, lo que escucharás puede sonar inhumano, pero todo tiene su lado bueno.

«En el momento que te mordí, supe que no ibas a resistir la mordida, pero en cuanto me di cuenta que la herida comenzaba a sanar, todo cambió. Los planes que tenía, cambiaron rotundamente y pensé en uno nuevo.

SHE WOLF ¹ | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora