SHE WOLF ¹ | Liam Dunbar

Capítulo 1

Abrí mis ojos lentamente y fruncí mi cara al sentir el dolor en mi cadera. Lo primero que hice fue levantarme la camiseta y ver que tenía una gran marca con sangre, como una mordida.

Luego de unos segundos de inconsciencia, reaccioné y recordé al animal que me atacó hace...

Esperen.

Miré hacia todos lados y me asusté al ver que no estaba en el mismo lugar de anoche. ¿Pasó una noche verdad? Comencé a temblar del miedo ya que estaba totalmente perdida, y eso me asustaba mucho.

Mis ojos comenzaron a aguarse, además del frío congelador, mis prendas no ayudaban en nada. ¿Cómo es que del no tan caluroso clima que hacía hace quién sabe cuanto, pasó a un frío para morir de hipotermia? Más con mi ropa, me sorprendí al no estar muriendo de hipotermia.

Lentamente comencé a recorrer mi mirada por mi cuerpo. Mi camisa estaba aujereada, al igual que mis jeans, pero éstos sólo en la parte de las rodillas. Mi fina chaqueta negra también estaba algo rota, pasé mis manos sobre mis brazos para generar calor pero no funcionaba. Diría que los grados ya estaban bajo cero.

Me paré tan rápido que mi mirada se nubló un poco, pero estaba bien.

Estaba rodeada de árboles, el suelo estaba repleto de hojas secas. Comencé a caminar y rápidamente sentí un agudo ruido tan fuerte que me hizo estremecerme, cerrar los ojos con fuerza y tapar mis oídos.

¿Qué fue eso? Sonaba como el ruido que hacen los coches averiados al frenar.

Seguí caminando, cada vez mis pasos resonaban como ecos en mi cabeza, me hacían doler mis oídos.

De repente, la sirena de una ambulancia resonaron en mi cabeza. Miré hacia la derecha y pude ver de lejos aquella camioneta moverse rápidamente.

Creí que no iba a poder correr, pero no era así, corrí desesperada detrás de la ambulancia. Abrí los ojos al notar que era más rápida, o quizás la ambulancia iba más lento. Sí, debe ser eso.

¿Pero por qué iba más lento? ¿No tenía una víctima allí?

Continué corriendo hasta ver que llegué a un hospital. Hospital Beacon Hills.

Beacon Hills. Fruncí el ceño.

¿Beacon Hills?

Ese nombre lo conocía. Sé que sí, pero no podía recordar. Me sonaba tanto, lo tenía en la punta de la lengua.

También me di cuenta que ya no estaba en México. Y eso me asustó mucho que mis ojos se aguaron y una pequeña lágrima se escapó.

Luego de reaccionar a mis pensamientos, decidí entrar al hospital. Abrí la puerta de un empujón con mi mano, y me di cuenta que esta estaba repleta de sangre. La puerta cerró detrás de mí, pero yo sólo estaba concentrada en mi herida. Estaba perdiendo mucha sangre, y ahora que lo noto, aquella mordida era bastante profunda.

—Ven, te llevaremos a... —dejé de escuchar a la mujer que se me acercó y mi cuerpo perdió el equilibrio.

Quedé completamente inconsciente.

➽

Sentí mi cuerpo pesado, como si no pudiera levantarme. Así que abrí mis ojos y la claridad del día me cegó los ojos. Al acostumbrarme, miré a mi alrededor y me vi acostada en la camilla de un hospital. Hospital Beacon Hills. No lo olvidé.

Tenía el cable del suero en mi brazo, y me lo saqué rápidamente. No lo necesitaba, estaba bien, no estaba herida. Pero luego recordé la mordida.