Tres pequeños bajo la sombra de un arbol

980 70 16
                                    


1


A-Yuan recoge ramitas de menta para llevarlas a la cocina, todos los días las lleva porque le gusta como huelen sus manos después, toda la mañana huelen a menta. A veces cuando se sienta a esperar el desayuno huele sus manos imaginando que es el olor de su madre, debe serlo si le gusta tanto. Se sienta en la primera fila porque pertenece directamente a la familia Lan. No se permite reclinarse como los otros, le da vergüenza siquiera pensar en faltarle el respeto a su tío abuelo, el señor Lan es tan elegante como su tío y su padre, pero su padre no desayuna con los menores y su tío se sienta atrás, donde, A-Yuan cree no lo ve.

No es diferente de otros días, luego del desayuno irán a las clases que dicta su padre, ahí también deberá esforzarse más que los otros, su padre es el gran orgullo de la secta Lan, Han GuangJu, un héroe de guerra, un ejemplo de virtud, y aunque A-Yuan no lo dice, a quien ama con todo su corazón, quiere que su padre sea feliz y orgulloso de él, porque su padre parece siempre muy triste

Piensa en eso, en la tristeza de su padre, A-Yuan escucho a su padre tocando esa melodía dulce, cuando pueda tocar su guqin intentara tocarla, porque también le hace soñar con su madre. Y aunque es un día como otros, es un día menos para un gran día, en seis días más será cumpleaños y solo quiere una cosa, quiere saber el nombre de su madre.

- A-Yuan, ven por favor

En silencio se levanta, hay un niño con la mirada enojada, vestido de blanco, pero callado, más callado que los otros niños. Triste.

- A-Yi, por favor acompaña a A-Yuan, el te acompañara, luego te enseñare las otras cosas que debes saber.

A-Yuan se sintió orgulloso – aunque el orgullo está prohibido – porque su tío le confiase tan importante tarea, acompaño al niño a sentarse a su lado, aunque no era familiar directo de la familia Lan, no tenía las nubes bordadas.

El orgullo se le fue pronto. Vaya castigo era este niño, maleducado y además pellizcaba, empujaba, derramo sopa, patea las hojas recogidas, piso las hierbas de menta, y se negó redondo a ir a clases. A-Yuan estaba persiguiéndolo porque se lo habían encargado, pero que mala traza era el otro que lo empujaba y corría, por suerte no conocía la secta y así A-Yuan lo atrapaba a cada momento.

- ¡Quien te crees, déjame ir!

- No puedo - A-Yuan estaba al fin colgado de su brazo, sin soltarse – debes venir conmigo, tenemos que estudiar

- ¡No quiero!

- No me importa, deja de hacer ruido, acaso no sabes que esta prohibido

- Acaso no sabes que esta prohibido

- A-Yi ven a clase

- A-Yi ven a clase

- ¿Qué haces?

- Que haces

- Me estas remedando

- Me estas remedando

- A-Yuan es el mejor

- Vete al infierno – vaya boca, A-Yuan se soltó por la sorpresa, y en ese momento A-Yi lo tiro al suelo con fuerza – Ahí quédate, yo tengo que irme, mataron a mi padre he iré a vengarme

- No digas eso, la venganza esta...

- ¡Iré por el camino demoniaco!

Aquello si era demasiado, A-Yuan como todos conocía el peligro del camino demoniaco, muchos cultivadores de la secta Lan habían muerto a manos del Patriarca del cultivo demoniaco y el General Fantasma, un muerto aterrador que no se saciaba hasta comerse el corazón de cien hombres, ¡No podía ser verdad! A-Yuan miro a todos lados esperando que nadie hubiese escuchado aquellas palabras,

LAGRIMAS DE LUNAWhere stories live. Discover now