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Wei WuXian se levantó abruptamente, sus ojos brillaban en rojo y largas venas negras se extendían por su cuello y manos. Estaba pálido y aunque ayer la marca de sus pómulos era suave y hermosa, hoy era dura y fría. De alguna manera, se parecía un 5% más a su rostro original.
No se molestó en comprobar estos cambios frente a ningún espejo, sentía las venas negras como ira que latía en su cuerpo, sentía sus ojos por la conciencia de la energía demoniaca. Después de todo, es el Patriarca del Cultivo Demoniaco, este título le fue ganado a pulso. Ha soñado con rostros, rostros que se van rompiendo como máscaras de yeso y revelaban la verdad, uno a uno se revela bajo sus ojos, las bestias que no han sido frenadas, los puercos que se dedican a comer carne humana.
No todos los días fueron buenos, hubo días en los que él mismo tenía miedo, las voces susurran, pero siempre dicen la verdad, como esta noche.
"¿Dónde está mi esposa?"
― Gusu
Wei WuXian cierra la boca, siente como sus dientes se presionan. Si. Ya recuerda eso que escucho, eso de que Jiang Cheng tenía presa a su mujer. Pero eso no es verdad. No. Sus ojos pueden verlo, su esposa ha estado aquí.
¿Cuánto de Wen Qing se ha diluido?
Existen razones por las que los muertos deben ser consagrados, razones para que un alma viaje a la ciudad fantasma. Existe el derecho a la reencarnación, pero no puedes hacerlo si te disuelves, no puedes hacerlo si eres sellado en el mundo mortal, si te quedas y te conviertes en energía demoniaca. Si te capturan para que hagas algo que no quieres hacer.
― Puedo contar hasta cinco, pero aquí está el uno, retuvieron el alma de Wen Qing
Cerro los ojos y al abrirlos eran calmados, las venas negras se borraron de su cuello y antebrazos. Solo un movimiento de sus dedos y la energía que se había condensado se alejó.
Entonces escucho los pasos que se acercaban, sin embargo, nadie entro en la habitación, realmente nadie entraba ahí, anoche había polvo asentado y aunque ahora todo parecía limpio, no creía que Lan Zhan le diera la tarea a nadie, seguramente limpio él mismo mientras Mo XuanYu dormía. Sin hacer ningún ruido que pudiera despertarlo.
― Mayor Mo, ¿esta despierto?
― ¡Me duele mi cuerpo, déjame descansar!
― ¿Quiere que busque medicina?
― No, me duele porque Han GuangJun lo hizo toda la noche
― Es un mentiroso – escucho murmurar y no pudo evitar reírse – Son las nueve, debería quedarse sin comer
― Basta. No causes problemas. Mayor Mo, trajimos su desayuno, podría salir
― ¡No puedo! ¡No entiendes, mis piernas están temblando!
