No quería despertar 4

286 25 8
                                    



Wen Qing observo las escaleras que no conducían a ningún lugar y que sin embargo se lo habían llevado.

Wei WuXian, pronuncio su nombre. El nombre del hombre que amo, que verdaderamente amo al final, el padre de su pequeño hijo, el protector de su familia. Su mejor amigo en el mundo, su manta y su escudo, no lloro, porque los fantasmas no pueden llorar, pero sintió sobre sus hombros las palmadas de cientos de fantasmas.

― ¿Dónde puedo esperarlo? – dijo suavemente mirando a la diosa, porque, aunque dijo que no quería volver a destruir la suerte de Wei WuXian, la verdad es que, si volvía a nacer esperaba volver a amarlo, amarlo solo a él.

La siguiente vida seguramente sería diferente, con nombres diferentes, con rostros diferentes, en un tiempo lejano que aún no podía imaginar, pero volverían a encontrarse.

― Sabes que lo llevas, el halo del amor verdadero

― ¿Yo?

― Si – dijo la diosa con una sonrisa – muy pocos cargan con ese halo, pero ustedes dos...

― Él amaba a otra persona – dijo con cierta timidez

― Él también amaba a otra persona, pero eso no significa que no te amara, fue él quien recupero tu alma capturada, fue él quien se casó contigo y cargo catorce cofres de oro, fue él, quien te dejo cortar su núcleo dorado, el amor no se limita a una o dos personas, el amor es más que eso, te amo y fueron felices, es por eso por lo que su hijo tenía que sobrevivir, porque es suyo. Aunque no lleve su sangre, ¿Qué es la sangre? Un padre es un padre, una madre es una madre y tú siempre fuiste su amada esposa.

Su tío la levanto, no recordaba haber caído al suelo, su ropa seguía siendo roja, su piel estaba pálida pero un suave brillo la cubría, en su vestido gotas perladas brillaban, lágrimas de luna las llamaban, lagrimas porque la luna vio como ambos morían y todo lo que pudo hacer fue llorar para proteger a un niño.

Wen Qing sonrió, aunque ellos mintieron, le dijeron que si se entregaba dejarían ir a su esposo y a su hijo, mentira, le dijeron que sería decapitada, mentira, le dijeron que destruyeron el cuerpo de su hermano, mentira. Pero ¿Qué importa si mintieron? Al final ella no dudaría en dar su vida por su hijo y esposo, si la violaron y la encadenaron, pero fue liberada, sus heridas sanaron, y ellos recibirían sus castigos, los oficiales infernales nunca dejaban escapar a nadie.

Su esposo... o su viudo si así lo querían, también los cazaría.

*

*

*

Wei WuXian se despertó de golpe, vomito bilis y se arrastró por un segundo confundido. Luego se puso de pie, todo estaba oscureciendo, pronto seria de noche. Encendió una lampara y quemo los manuscritos que fue encontrando.

No estaba bien que alguien más pensara en sacrificar su alma y su cuerpo en busca de venganza, quemo también otros papeles que pensó inútiles. Recogió un joyero que estaba roto pero que el verdadero Mo XuanYu había protegido, encontró también flores silvestres, seda de colores que estaba desgarrada y ropa vieja mal remendada. Incluso encontró la copia de una carta.

La carta era un montón de mentiras en tinta, decía que habían contratado un taoísta para que ayudara a meditar al chico, también ponían que por su manía de destrozar la ropa debían comprarle nuevos conjuntos y pedían tela, había un cálculo de gastos en comida, libros y tinta. Todo mentira. Era evidente que era mentira.

Pero no fue eso lo que lo hizo vomitar, no, lo que le revolvió el estómago fue soñar la muerte de su esposa, suya, porque ella era de él y viceversa, porque solo ella se quedó a su lado cuando todos le dieron la espalda, porque ella también le pidió que la dejara y que se pusiera él a salvo. Y recordó algo más... algo que si pudiera preferiría olvidar, porque no la decapitaron y no mostraron piedad, la golpearon, la encadenaron, la quemaron viva.

LAGRIMAS DE LUNAWhere stories live. Discover now