Habían pasado 16 años desde que reencarnó en el mundo, y su deseo no se había cumplido, cómo el heredero de uno de los 72 pilares su papel se volvió muy importante en el inframundo y más siendo el último de su clase, ahora sentía lo que alguna vez pudo haber sentido Sasuke, tenía miles de años a su espalda y los matrimonios arreglados no paraban de llegar, obviamente al no tener padres la decisión recaía en la maxima autoridad, Lucifer, que le dejó elegir su destino, sin embargo no fue gratis, ahora debía cuidar de su hermana, no se quejaba, pero la niña era muy consentida, y los consentidos usualmente se volvían arrogantes, los cuáles aborrecía.
Pero mejor volvamos a la infancia de nuestro protagonista, veremos una nueva faceta de un Naruto que nuevamente vuelve a nacer huérfano, pero ésta vez verá la otra cara de la moneda, después de todo el vivirá lo mismo que el Uchiha en su momento.
Hace 8 años atrás
A la edad de 8 años Naruto, o mejor dicho Abbadon, fue tomado cómo un genio quién no sólo había aprendido a hablar, escribir y contar sólo, también se había acostumbrado a su magia a una edad record pudiendo tomar el grimorio que sólo el líder del clan debía poseer, el necronomicón, un objeto con un aura de odio y muerte inmensos. Esa era la cara pública, la verdad es que la mayoría de las cosas que le debían enseñar se hallaban en su cerebro, la educación no era mucho más avanzada a la que recibían los niños cuándo aún tenía 120 años, por lo que no se le dificultó. El habla y la escritura era algo que convenientemente compartían ambos mundos por lo que no tuvo que aprenderlos, y su experiencia controlando enormes cantidades de chakra le hicieron fácil adaptarse a la magia. Pero sin duda alguna el más fácil de dominar fue el grimorio, aquél libro de aspecto siniestro liberaba un aura horrorosa a la vista de cualquier persona, pero no era más que un juego para un hombre que vivió toda su infancia con un zorro demonio al que denominaban cómo la reencarnación del odio, el era un ninja, no sería intimidado por un aura que no era ni la cuarta parte de amenazante cómo lo podría haber sido Kurama en él pasado.
"Necronomicón, el libro que contiene las leyes entre la vida y la muerte, así cómo el conocimiento para doblegarlas"- Leyó la primera hoja del Grimorio
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"La primera regla de la vida es que está destinada a la muerte. La segunda es que la muerte está destinada a entregar una nueva vida, por último aquél que muere debe ser entregado al inframundo o cielo respectivamente, estás leyes pueden ser doblegadas gracias al poder que se le fue entregado a éste libro, procedente del mismísimo Hades, quién se dice que entablo una especie de amistad con el fundador"- Siguió leyendo -"El necronomicón es un libro poderoso por si sólo, pero su verdadero potencial explota junto con el poder innato sobre la muerte que poseen los Bune"- Pasó a la siguiente página -"Las dos principales funciones del necronomicón además de potenciar el poder del usuario, son el almacenamiento del conocimiento de cada portador y el encarcelamiento de cada alma selecta, lo que quiere decir que el usuario deberá matar al objetivo para sumarlo a sus filas, y si el oponente resulta ser demasiado débil para conservarlo, simplemente es enviado directamente al Hades, el usuario debe tener en cuenta que no puede controlar un alma cuyo poder sobrepase excesivamente el suyo en un proporción de 1/8 o pasado al sistema de demonios, el usuario debe ser mínimamente un demonio de clase alta para controlar un clase suprema, por lo que a menos que sea estrictamente necesario no tomé más de lo que pueda manejar, miré siempre la pirámide de niveles para saber cuál es el poder de lo que va a invocar"- Terminó de leer las instrucciones
