Gritos se escuchaban en la noche, mientras una figura se levantaba sobre todos, ésa era Katharina, quién haciendo uso y abuso de los poderes de Abbadon había liberado al extraviado en medio de la iglesia, causando la muerte de muchos de los sacerdotes y exorcistas del lugar, esencialmente porque no llevaban consigo su armamento sagrado y una simple cruz no bastaba para matar un demonio, mucho menos uno que contaba con el apoyo de Kushina, la cuál estaba enterada de la voluntad de Abbadon debido a su vínculo con el necronomicón.
"JAJAJAJAJAJA MÁTALOS A TODOS, QUE NO QUEDE NI UNO CON VIDA"- Gritó mientras dos enormes brazos derrumbaban la iglesia
"Eso es inesperado, copió mí magia, pero bueno peor es nada, puede que incluso sea más rápida que yo para invocarlos, interesante, evolucionó junto a ella, veamos que puede hacer en su máxima extensión"- Chasqueo los dedos
Katharina estaba tan absorta en su poder y viendo cómo se derrumbaba todo que jamás se dió cuenta que a la calavera en su mano le comenzaron a brillar los ojos en rojo. Ése poder provenía del necronomicón escondido en ella, y ese mismo poder le susurraba a Katharina que les mostrara todo su poder, que los aplastara hasta no dejar nada de ellos.
"Destruyelos, asesinalos, recuerda a tu hermanito, ellos no tuvieron piedad de él, mátalos, masacralos, toma tú venganza"- Eran pocos de los muchos susurros que llegaban a los oídos de Katharina quién palabra a palabra sucumbía a la tentación
"Cae en mis manos pequeño títere, muéstrame el poder que va más allá de mí capacidad"- Susurró Abbadon sin apartar la mirada de Katharina
Lo siguiente que pasó fue algo que Abbadon no esperaba y le causó una felicidad enorme cómo el esqueleto que había aparecido de un enorme círculo mágico y se encontraba destruyendolo todo a su alrededor
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"Un esqueleto completo de 9 metros, amorfo, pero de huesos anchos y fuertes, ¡BRILLANTE!"- Alzó sus brazos al cielo -"Espléndido, su magia supera en cada aspecto a la mía, y por si fuera poco no parece tener límite alguno, excepto la imaginación, no puedo esperar para tenerla en mí nobleza, mí precioso alfil, a la noche del cuarto día desde hoy, caerás ante mí voluntad, mientras tanto, sigue cazando y saciando tú sed de venganza, pero no dejes que te vean"- Desapareció en un círculo mágico mientras Katharina recogía las almas con su calavera
"Almas asquerosas, no tienen derecho a descansar en paz"- Despreció a los muertos que ahora eran recolectados por Kushina quién separaba las almas de sus cuerpos para ser atraídos por la calavera que los recibía con la boca abierta
