"Mi señor, ¿está seguro de que quiere hablar con esa mujer?"- Se acercó a la espalda de su amo y se apoyo en ella pasando sus brazos por su cintura
"Si no lo hago quedaré en ridículo. Abbadon Bune jamás debe quedar en ridículo, incluso si muere en el proceso..."- Tomó las manos de su pieza de alfil, la cuál apretó su agarre en su cintura en consecuencia de sus palabras
"Si usted muere mi mundo se derribaría, no tengo otra razón para vivir que no sea servirle, así que por favor, no muera antes de que yo lo haga, no soportaría verlo de esa forma"- Escondió su rostro en la espalda de su amo
"Esa es una petición muy egoísta, pero puedo cumplirla. Mi deseo no es morir, mucho menos que tu mueras, si tu no estás entonces ya no tendré una confidente, alguien en quién confiar todos mis problemas, debería soportar toda la carga yo solo"- Se dio vuelta poniéndose cara a cara con ella en un abrazo bastante intimo -"Katharina, eres muy importante para mi. Últimamente he cambiado, ya no soy tan frio, no manipulo tanto a la gente, desde que perdí mi brazo he estado cambiando lentamente a una personalidad más pasiva, y me da miedo el saber que podría llegar a enamorarme de ti, y perderte en cualquier momento. Ya no me siento todo poderoso, cometí un error grave al desechar mi necromancia, una parte de mi volvió a perderse cuando la deseché. ¿Aún soy digno de ser el jefe de la casa Bune? No lo tengo claro, lo único que quiero es completar el experimento N3-R0 si lo hago, tal vez..."- Guardó sus palabras mientras miraba los ojos rojos de la mujer que se encontraba abrazando
"Usted es mi amor, aquel por el cual estaría dispuesta a dejarlo todo, incluso mi vida, yo lo amo desde el fondo de mi corazón, y me basta con estar a su lado. Si bien ser su enamorada seria un sueño hecho realidad, no aspiro a ello, una mujer como yo no es digna de ser quien esté a su lado mientras se sienta en el trono del mundo, no necesito que me ame si eso significa una debilidad para usted. Si es posible, me gustaría que siga viéndome como una herramienta más de su nobleza. Soy reemplazable, Yaya cuando crezca podría ser incluso un mejor confidente que yo, si mi sacrificio es su beneficio, con gusto daré mi vida, no necesito nada más que saber que fui útil para usted hasta el final de mis días para morir con una sonrisa"- Sus ojos reflejaban una sinceridad tan pura que cautivó momentáneamente a Abbadon, embelesado por el rojo de sus ojos
"Si quieres ser útil hasta el final de tus días, entonces vive y muere a mi lado, si llega el momento sacrifícate por mi, da todo de tu ser en pos de alcanzar mis ambiciones, si haces eso, entonces para el final de tus días, cumpliré tu deseo"- La besó con un significado más allá de la simple lujuria, estaban concretando un contrato que los uniría de manera permanente
Luego de haber sido motivado por la determinación de su alfil, Abbadon comenzó a analizar la zona. Sin su nobleza, Abbadon se dejó atrapar por uno de los clones de Abigail, pasando lo mismo con Katharina. Al volver a abrir los ojos se encontró en una habitación antigua, casi parecía haber vuelto a la antigua Salem y allí en el centro la vio, una mujer que tranquilamente podía entrar en el top cinco bellezas del mundo sobrenatural, su cabello negro ocre en marcaba un rostro hermoso y contrastaba perfectamente con una piel tan blanca como la misma porcelana. Su cuerpo despampanante no se quedaba atrás, sus medidas estaban perfectamente balanceadas a pesar de ser más grandes de lo normal. Ahora comprendía a su padre, esta era un mujer de arrogante belleza.
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