—¿Te conozco de un lado? —inquirió Ren.

Murió el silencio que había cobrado presencia en la biblioteca.
—¿Olvidaste nuestra conversación? Qué lástima... hablé mucho para nada. —Se encogió de hombros.

—Es mejor que te olvide —aseguró Lil.

—Sigues enojada. —Clavó Ian su mirada en ella.

Le dio una calada a la pila y exhaló el humo.

—Me encuentro en mi derecho—respondió Lil.

Ren percibió enojo en la entonación de ella.

—Haré un breve resumen. Ren me pidió en una vida pasada que te cuidara, si daba contigo en tu otra vida.

—Claro, lo que tú digas, Daniela. Te aprovechas de que Ren no recuerda para inventarte tu excusa.

—¿Por qué lo llamas Daniela? —cuestionó Ren.

—Porque...

—No —la interrumpió Ian—, permíteme que se lo cuente yo —calló por un momento y llevó su arpía mirada en él—. Antes, en una vida pasada y muy, pero muy, lejana, era tu aprendiz. Una hermosa dama llamada Daniela. Morí y Reencarné únicamente como hombre. Lil me hechizó en el pasado —contó con su característico vozarrón y frunció un poco el ceño—. Estaba celosa de la relación que tenías conmigo. Una muy profesional de profesor y aprendiz —dijo sarcástico—. Nunca pensé en interponerme entre ustedes dos, siempre los admiré y los quise por igual. —Le dio una calada a su pipa, suspiró al darse cuenta que ya no tenía tabaco—. Pero las cosas han cambiado mucho. Ya no me recuerdas, Lil me odia y... me alié con Cos. —Se encogió de hombros.

—¿Quién es Cos? —indagó Ren con demasiada curiosidad.

—Cos es un brujo muy antiguo, un dolor de cabeza —habló Lil, muy seria, antes que Ian—. Se alimenta de energía para vivir eternamente. Por algún motivo no pudo evolucionar a un ser cósmico y busca mantener su existencia consumiendo energías de entes, humanos, fantasmas y más. Es terrible. Cuenta la leyenda que, él,  junto con otros brujos, extinguieron a una especie de entes llamados Incoloros. Dicen que eran muy bonitos. De presencia etérea, poseían físico humano, cuernos y colas emplumadas. Habitaban en una dimensión que sólo ellos conocían. Cos consumió la energía de esos seres por ser tan poderosa. Lo hizo junto con sus seguidores, todo para alargar su existencia. Él tiene mala fama y es el encargado de mantener una guerra eterna con los cazadores de brujos. También, recluye a brujos para hacerlos luchar en su batalla. Desde el pasado, Cos, junto con los cazadores, nos han echado ojo a nosotros. Busca cambiar el mundo que conocemos. —Miró molesta a Ian.
—Cos tiene un plan hecho y los incluye desde hace mucho tiempo. Cuando Ren fue atacado, él fue quien ordenó que se le intentara devolver la vida con el sacrificio del árbol cósmico —contó Ian—. Ofreció a muchos de sus mejores brujos, para lograr el milagro de remover temporalmente la prohibición en la Tierra. —Llevó su mirada a Ren—. Tú pudiste utilizar tu habilidad por eso mismo. No es algo que este permitido en la Tierra.

—Ya veo. Fue obra de brujos... —murmuró triste.

—En parte —aclaró Ian—. Los brujos sólo hicieron un hechizo de separación. En este mundo está prohibida la magia y más, desde que se dividió. —Abandonó su pipa en una pequeña mesita cercana al sillón—. En un pasado lejano, demasiado para que se cuente en libros de historias, siete brujos poderosos, cansados de las  guerras y luchas entre humanos y entes, decidieron separar el mundo. Seis de los poderosos brujos se transformaron en imponentes árboles. Él último brujo de los siete, se hizo uno mismo con la luna, es conocido como el vigilante. Las raíces en específico, tienen como propósito llevar la magia del lado físico al oscuro y así alejar la energía natural de la Tierra, la que apodamos magia. Son muy especiales, no como cualquier otro árbol, su existencia se mantiene estable gracias a los sacrificios de poderosos brujos a través del tiempo. Habitan en muchos sueños y están unidos entre ellos con sus raíces. En el lado oscuro viven todos los entes desterrados de la Tierra. El lado físico sólo debe ser para humanos soñadores y fantasmas tercos, según las reglas actuales. Con el tiempo se crearon hechizos de separación, donde se permite juntar ambos espacios por un breve momento y realizar magia real. Quedaban en pie únicamente dos, pero para regresar, tomaste la vida de uno. Tú pasaste a ser un cósmico, una variante de los muchos que hay. —Juntó sus manos.

Pluvo: el aprendiz de una brujaWhere stories live. Discover now