Capitulo 37

8.3K 363 22
                                    

Estaba desnuda frente al gran helicóptero y el tipo que tempranamente me había dicho "putita", le ordenaron tomarme como animal mientras estaba en bragas y me obligaron a dejar mi ropa con mis pertenencias tiradas en la cubierta de el hospital. Ya de imaginan lo vulnerable y casi que sacrificio humano me sentía. Era una locura, pero una locura de las malas haberme entregado por amor.

Al subir al helicóptero Axel se fue a la cabina de delante mientras apagaba su cigarrillo en el suelo pisándolo mientras yo todavía descubierta me sentaron en un asiento de la parte de atrás abrochándome el cinturón del sillón donde estaba. Por último algo bueno que me trataran.

Mi pecho seguía contraído como si una bala me hubiera traspasado el pulmón, era una sensación horrible. Dejaba atrás a Matt, a Agus, a Brooke, a mi hermano... y todo esto consciente de que podía morir en el minuto que acepte irme con este depravado mental. Las lagrimas no se demoraron en aventarse por mis ojos haciéndolos cristalinos mientras el frío me impactaba en mi piel desnuda, joder, estaba casi desnuda en frente de puros lunáticos.

—Estira las manos—me gritó el gilipollas que parecía perro de Axel debido al ruido que provocaban las asas de la nave.

Le hice caso a sus órdenes sin protestar, ya que no tenia como negarme ya a ese punto, y me amarra mis manos con unas esposas... era eso o recibir golpes seguramente.

—¡Joder! Que no tengo muñecas de hierro—alegué al sentir como me las apretaban fuertemente que llegaba a doler, chocando los huesos de ellas entre sí.

—Callada—recordó el hombre en cuanto se voltea sacando un pañuelo blanco que me cubre la boca inundada en lagrimas que me quemaban la piel y la nariz haciendo que no tuviera más noción de el tiempo ni conciencia, dopándome hasta perder el conocimiento. Que para ser sinceros, me agrado.

***

#MATTHEW

—¡MIERDA!— gritaba contra la puerta bloqueada de metal, pegándole con mis puños, había escuchado como el ruido desaparecía junto con mi corazón y un gran pedazo de mi vida.—¡TE VOY A MATAR HIJO DE LA GRAN PUTA!

Llevaba ya 15 minutos gritando y no había respuesta alguna. Mis nudillos estaban repletos de sangre por golpearle a la puerta, y la herida de bala en mi hombro ya no era tema dentro de la situación.

Sentí como empecé a llorar agitadamente de rabia por aquella situación, a lo que seguí forzando la puerta hasta que logré romper el seguro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentí como empecé a llorar agitadamente de rabia por aquella situación, a lo que seguí forzando la puerta hasta que logré romper el seguro. Me mataban esas lagrimas que salían, me recordaban la expresión de Bi cuando me dispararon, como si me fuera a perder entre sus manos, cuando yo la perdí a ella. Y todo por mi culpa...

Había visto con mis ojos, había imaginado o la mierda que fuera, una vida con ella. Cuando estaba a un punto de morir no vi mi infancia ni el boxeo ¡joder, la vi a ella! ¡Solo a ella!

Por favor cae a mis pies ... © (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora