PINWHEEL | Soonhoon #1

Capítulo 3

— Gracias por acompañarnos esta mañana, Jihoon. Por favor tome asiento.

El director estaba sentado con la espalda relajadamente apoyada sobre el respaldo de su asiento, frente a su escritorio. Sus manos entrelazadas, descansando en el mismo. La oficina no era muy grande. Las paredes estaban revestidas con un empapelado azul marino, y el suelo, negro como la noche, reflejaba los rayos del sol que atravesaban por los cristales de las dos ventanas, colocadas estratégicamente en la pared derecha, dando una vista amplia a la puerta de entrada del colegio. Detrás del asiento del director había varios retratos de directores y personas importantes asociadas con la escuela, así como algunos títulos y certificados. La bandera del país se movía levemente con la suave brisa del aire acondicionado que había en ese lugar y que golpeaba contra el cuello en descubierto de Jihoon.

El director tenía una cara ovalada y labios gruesos, Jihoon tenía curiosidad de cómo se sentiría tener labios de ese tamaño, acostumbrado a sus propios labios delgados, que pasaban bastante desapercibidos en su rostro. Su cabello castaño claro estaba firmemente sujeto a su cuero cabelludo gracias al gel que seguramente había usado esa mañana, dándole a su cabello un aspecto bastante grasoso.

Soonyoung ya estaba frente al director, con el uniforme en perfectas condiciones y oliendo a menta (probablemente proveniente de su pasta de dientes, porque el olor fresco invadía constantemente la nariz de Jihoon cada vez que el otro estudiante hablaba). Los ojos no completamente abiertos, y la marca de la almohada levemente marcada del lado izquierdo de su rostro (el cual la vista de Jihoon tenía acceso) lo hacían sentir bien con su propio estado de somnolencia.

Aunque su postura parecía relajada, sus piernas se movían rápidamente de arriba hacia abajo, atrayendo toda atención a las mismas. Sus manos jugaban con el borde del puño de su camisa.

El corazón de Jihoon dio un vuelco cuando se dio cuenta de que no se encontraba solo, Soonyoung probablemente había pedido una reunión para hablar sobre la situación ocurrida durante la clase de arte, y todos los problemas que la misma había atraído con respecto a la pintura.

A pesar de que habían pasado más de dos semanas desde ese incidente, sus compañeros de clase no detuvieron, en lo más mínimo, las burlas.

Jihoon recordaba claramente como el miércoles anterior él se encontraba caminando hasta su clase de matemáticas cuando vio, desde la puerta del salón, como dos compañeros estaban muy concentrados dibujando y escribiendo en el pizarrón; apenas uno de ellos, el chico que estaba utilizando el marcador azul, lo vio desde la puerta por el rabillo del ojo, se apartó de la pizarra, llevando a su amigo con él, para que Jihoon pudiera ver lo que habían estado haciendo todo ese tiempo. En la pizarra habían dibujado un gran genital masculino, junto con muchas palabras que Jihoon sintió sus mejillas arder con vergüenza. Los chicos le preguntaron si le había gustado entre risas, agregando que era una lástima que Soonyoung todavía no estaba allí para dar su veredicto final. Unos chicos que pasaban al lado de Jihoon rieron cuando pasaron junto a él, y una chica los regañó diciéndole que no era correcto dibujar esas cosas en una escuela. Jihoon caminó hasta llegar a su asiento con la cabeza gacha, tropezándose con sus propios pasos hasta que se sentó y se dedicó a buscar sus libros en la mochila por veinte minutos.

Y ese mismo lunes, cuando era hora del almuerzo y Jihoon ya se encontraba en la cafetería tratando de colocar una manzana en su pequeña bandeja, Jaemin pasó por detrás de él y lo empujó cuando había alguien más caminando por el pasillo, en dirección a las mesas.

La bandeja de Jihoon cayó sobre la de la otra persona, derramando no solo la comida pero el vaso de jugo de naranja también, en el plato del estudiante y su uniforme. Al mismo tiempo, el impacto movió el vaso de la otra persona, lo que terminó por inundar la fina bandeja roja que la escuela les proporcionaba.