My mind lies [◇] YeonGyu.

1 | Again.

| De nuevo.

Mañana sería un día bastante especial y yo no había terminado mi regalo para YeonJun, sería nuestro aniversario; me sentía un pésimo novio. Él aún es un tanto apático con estas eventualidades por naturaleza, pero se esfuerza al saber ma relevancia que tienen para mí, buscando hacerme feliz, así que yo me sentía pésimo. Me esforzaba, pero no lo suficiente.

Escuché el teléfono de mi casa sonar varias veces, pero no le tomé importancia, quería terminar con esto y si seguía distrayéndome no lo haría nunca, además no son muchos los amigos que tengo, posiblemente sea un número equivocado. Al cabo de varios segundos el teléfono no dejaba de sonar, pero igual no contesté, dejaré que la contestadora lo haga por mí.

No hay nada más importante que YeonJun; necesitaba hacerlo sentir querido, apoyado, comprendido por encima de todas las cosas para contribuir activamente con su bienestar.

Mientras seguía tratando de recortar a la perfección nuestras fotos juntos de años anteriores, me sobresalté al escuchar un grito, cortando la foto a la mitad del susto. Maldije repentinamente, pero me alarme al escuchar un segundo grito que logró sacarme de mi enojo; provenía de la contestadora, ¿qué diablos estaba pasando?

— ¡BEOMGYU! POR FAVOR, VEN A LA CASA AHORA. Y-YEONJUN, NO SÉ QUÉ LE PASA, ¡É-ÉL QUIERE HACERME DAÑO!

El peso del mundo cayó sobre mis hombros junto con los gritos de la señora Choi; JiSoo. Estaba congelado, no podía moverme sintiendo un extraño cosquilleo en todo mi cuerpo. Con la respiración agitada corrí hacia el teléfono logrando tomarlo antes de que se cortara.

¿Por qué tenía que pasar justo ahora? ¿qué lo había llevado a esto? ¡se supone que su estado mejoraba!

— ¿Se-Señora Choi? —pregunté aun sintiendo mi cuerpo tan ajeno que me era difícil de explicar, sentía como apenas podía mover las manos y los ojos, era una sensación realmente desagradable.

— BeomGyu, por favor... ven ahora. No puedo salir de la habitación, YeonJun me lanzó un florero y tengo miedo... —sollozó— por favor, trae ayuda, algo, pero... por favor —pidió con voz rota, ahogándose con sus propias palabras debido al llanto.

Dejé caer el teléfono al suelo y sin poder controlarlo rompí en llanto, esto estaba pasando demasiado rápido.

Habían dicho que estaba bien, que esto no volvería a pasar, que él volvería a ser el mismo de siempre, pero no fue así, me habían mentido de una manera malditamente cruel. Como pude traté de calmarme, repitiéndome una y otra vez que YeonJun me necesitaba, me coloqué los zapatos, tomé dinero, un abrigo y salí a la calle para encontrar un taxi, no estoy seguro ni de haber cerrado con seguro la puerta principal.