Capítulo 23

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Alyssa

A lo largo de mi vida había escuchado que somos lo que hacemos, pero, ahora que veía como mi vida cambiaba tan repentinamente no podia dar credito a aquello. ¿Y si no estaba haciendo las cosas bien? ¿Y si en realidad me estaba equivocando? La vida es fugaz, hay que vivirla al máximo, o eso dice la mayoría de la gente. Pero, en realidad, yo no me veía en diez años trabajando en la empresa de mi padre, ni siquiera en mi propia empresa.

Quería viajar, salir, conocer la otra cara del mundo. Eso en realidad sería maravilloso. Los sueños dejan de ser sueños y se convierten en realidad solo si trabajas en ello. Es lo que me dice mi madre todo el tiempo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir sus cálidos labios besarme el cuello. Mi cuerpo se tensó, mi piel se erizó y de pronto, me sentí muy nerviosa.

Aunque los nervios no evitaron que pudiese devolverle el beso. Sentí que sería algo sensual, pero en realidad no tenía idea de si eso era lo correcto. Me sentí mucho más confiada cuando vi el brillo de sus ojos y su disposición a besarme.

La persona que estaba logrando ver en Andrew me gustaba mucho más que la versión que había conocido primero.

Me sentía otra persona cuando le tenía cerca. 

Mi mente se alejó de aquellos pensamientos cuando escuché a Lucas.

¡Lucas! ¿Lucas? Un segundo, ¿Qué hacía Lucas aquí?

Me separé de Andrew y lo empujé lejos de mi cuerpo.

—Hola, preciosa. —Dijo acercándose mientras me daba un beso en la mejilla y rodeaba mi cintura con sus gruesos brazos.

—Qué sorpresa verte. —Sonreí incómoda. —Él es Andrew... Pero ya lo sabías. —Lo último lo dije en susurro, me estaba comportando como una demente o algo así.

Lucas pareció ignorar lo último.

—Tu amiga me llamó —Dijo nervioso—¿Ha ocurrido un error?—Preguntó al ver que yo y Andrew estabamos incómodos con su presencia. —Lamento haberlos interrumpido, ya me largo.

Lucas se perdió en cuestión de segundos entre la multitud. Me sentía terrible en aquel momento, no podía creer que se hubiese aparecido así, tan de repente.

Estaba por salir y decirle que se quedase pero una mano fuerte me detuvo. Tan solo observé a Andrew enojada.

—¿A dónde mierda vas? —Su tono me pareció autoritario. Yo, opté por mirarlo con incredulidad. Su agarre estaba tan fuerte que pude sentir el dolor en mi muñeca.

—No dejaré que se vaya, no así.

Me solté de su agarre y me abrí espacio entre la multitud. Como pude, salí de la casa y a lo lejos le pudo ver.

Lucas caminaba a paso rápido dispuesto a subirse en su camioneta.

—¡Lucas, espera! —Caminé lo más rápido que mis tacones me permitían.—No te vayas.—Dije recuperando el aliento. —Quédate un rato.

—Creí que no querías eso. Tu y Andrew se veian muy...

No le permití seguir hablando.

—Estás equivocado, tan solo estabamos bailando.

Sabía que no le debía ninguna explicación pero, estuvo mal que después de todos los mensajes de texto y las llamadas y nuestras dos citas, luego de todo eso, de la noche a la mañana lo ignorara como lo hice.

Sabía que era una hija de puta, pero en el fondo tenía un buen corazón.

Le sonreí y le tomé la mano y ambos volvimos a la casa. Lo presenté oficialmente con Rusty quién, mucho antes de conocerlo ya le había dado el visto bueno.

Del Egoísmo Al Amor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora