𝐇𝐈𝐓 𝐀𝐍𝐃 𝐑𝐔𝐍 ▭ ❛ ¿ si tú no estás, quién me hará feliz ? ❜
Cara bonita y mente de demonio, Natsuki Watanabe era el mismísimo arcángel.
Llevando seis años trabajando para el Gobierno japones, es asignada de forma involuntaria a la misión de a...
— TADA...— EL hombre se giró hacia su ahijada, que intentaba cerrar su maleta sin éxito.— ¿Últimamente no te sientes observado? ¿Cómo si hubiera alguien con la mira puesta en tu nuca?
El hombre negó acercándose a la maleta para intentar cerrarla:— Seguramente seas tú...- Karasuma sacó un pistola de la maleta de la chica.— ¿Es necesaria?
— Totalmente.— Natsuki tomó la pistola y la volvió a poner en su sitio con una sonrisilla.
Karasuma tomó la maleta de la chica, la cerró y ambos salieron de la casa:— Vámonos o se hará tarde.
El hombre caminó hasta un coche negro con la joven siguiéndolo.
— ¡Nat!— La voz de Karma hizo que la nombrada sintiese y se girarse hacia el chico.
— Ey...— Se dieron un corto abrazo antes de que Karma mirase a Karasuma con confusión.
— ¿Karasuma-sensei? ¿Qué hace aquí?
— Como mi padre no está, le pedí que pasase a por mí.— Explicó Natsuki con rapidez, luego se giró hacia el pelinegro con una mirada cómplice.— Profesor, ¿podemos llevarlo?
Natsuki le dio una sonrisa inocente a su padrino y él asintió tomando la maleta del chico y metiéndole en el maletero junto a las otras dos.
— Arriba, pero no quiero muestras de afecto aquí adentro.— Natsuki soltó una carcajada montando con Karma en la parte de atrás del coche.
— ¡Chu chu, motherfuckers!
— ¡Natsuki!— Gritó Karasuma echando una mano hacia los asientos de atrás y tomándola por la camisa obligándola a meter la cabeza al coche de nuevo.
Karma rio sabiendo que ese viaje iba a ser de todo menos aburrido.
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EN CUANTO pisaron la isla, Natsuki sonrió entusiasmada y se quitó las sandalias para poder tocar la arena.
— ¡Por fin unas vacaciones!— Exclamó girándose a su clase con una gran sonrisa.
— ¿Por qué está tan entusiasmada sabiendo que vamos a hacer un intento de asesinato?
— Dejémosla disfrutar un rato, todos lo necesitamos.
Karasuma aplaudió llamando la atención de todos:— Recogeré las llaves de la habitaciones y luego planearéis el asesinato.
Todos a sintieron y caminaron a recepción, Natsuki no pudo pasar por alto el echo de que Nakamura, Kaede, Nagisa y Karma se encontraban al final del grupo cuchicheando entre ellos.
— ¿En qué piensas?— Irina llegó a su lado y Natsuki le sonrió levemente.
— Hace unos días Karma y yo tuvimos una charla y es posible que me declarase indirectamente...
