once

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— ¿TE HA gustado tu premio por ganar el partido?— Le susurró Natsuki levantado su cabeza del pecho del chico para mirarlo.

— Bueno, cuando dijiste que veríamos Netflix en tu casa me imaginaba otra cosa.— Natsuki lo miró divertida antes de soltar una risita que para Karma era adorable.

— Lo sé.— Depositó un corto beso en sus labios antes de mirar su reloj.— ¡Mierda! ¡Vamos a llegar tarde!— Ambos se miraron y corrieron al cuarto de Natsuki.

Cuando Karma cruzó a su habitación por la ventana, se giró a la chica.

— En dos minutos abajo.— Ella asintió y comenzó a cambiarse por el uniforme mientras metía en su mochila el uniforme de educación física y los libros que iba a necesitar.

— Natsuki, vas a llegar tarde.— Informó la IA.

— ¡Lo sé, Ritsu!— Tomó su teléfono y luego corrió a la puerta principal.

— Corre.— Karma tomó su mano y ambos comenzaron a correr a la estación.

ERA SEGUNDA hora y todos se encontraban en el patio con Karasuma supervisando el entrenamiento

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ERA SEGUNDA hora y todos se encontraban en el patio con Karasuma supervisando el entrenamiento.

— ¡No desviéis la mirada! ¡Predecid los movimientos del objetivo! ¡Sólo así conseguiréis bloquear hasta la última de sus rutas de escape!

Karma cayó al suelo con un golpe sordo y Natsuki rio al verlo.

— Tres a uno.— Ella le tendió la mano para que se levantase del suelo.

— ¡Watanabe sigue así!— Gritó Karasuma, Natsuki se giró hacia él con una sonrisa y lo apuntó con su cuchillo.

— Le toca.— Dijo ella recogiendo su cuchillo del suelo. Karasuma la miró unos segundos antes de arremangarse las mangas de la camisa. Natsuki le dio una mirada cómplice a Nagisa antes de adelantarse unos pasos y colocarse en posición de defensa.— Karasuma-sensei, no llore cuando pierda.

El pelinegro la miró con una pequeña sonrisa de superioridad:— Lo mismo digo.

— ¡Adelante!— Dijo Ritsu, y ambos comenzaron a pelear.

De vez en cuando ambos recibían algún que otro golpe, Natsuki le intentó hacer un barrido de piernas para tirarlo al suelo, pero Tadaomi tomó sus piernas y la tiró al suelo.

— ¡Joder!— Gritó Natsuki desde el suelo sujetando su hombro.— ¡Me has dislocado el hombro!

Karasuma se acercó a ella con rapidez, pero en cuando estuvo lo suficientemente cerca, la pelinegra se levantó con una sonrisa victoriosa y sacó su cuchillo, lo acercó a su cara lista para apuñalarlo.

Pero el cuchillo cayó al suelo.

Luego sonó una palmada.

Natsuki y Nagisa intercambiaron una mirada y entonces Nagisa se colocó detrás de su profesor poniendo en su cuello el cuchillo. Segundos después Nagisa estaba en el suelo mientras Karasuma tomaba aire y se quitaba las gotas de sudor de la frente.

hit and run ▭ karma akabaneWhere stories live. Discover now