Capítulo 32 (parte I)

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—¿Quieren algo de tomar? —pregunta mamá.

Daphne mira a Maddie.

—No me mires así, habla sin pena —ella se acerca a mi mamá, colocándose a su lado—. Es un amor, no te comerá. Por cierto, si hay algo fuera de lo normal, es culpa de Nathan.

Mamá la mira con suspicacia.

—¿Qué hicieron?

—Por ahora, nada —responde la chica.

—Esos dos juntos son un peligro —añade Daphne.

—No ayudas, querida —su amiga le sonríe con cinismo.

—Por cierto, ¿dónde está él?

—Día y hora... —dice mi madre, dejando la frase al aire.

—Durmiendo —Maddie y yo respondemos al mismo tiempo. Ambas nos miramos y reímos levemente.

—Ya no —habla una voz masculina desde la escalera, todas miramos a Nathan mientras se acerca a nosotras, específicamente a la mujer que nos tuvo nueve meses dentro de ella—. Buenos días, ma —besa su mejilla, seguidamente se acerca a mí, desordenando mi cabello—. Buenos días, pulga —me envuelve completamente con su cuerpo, quedando su pecho en mi rostro. Está sin camisa, por cierto.

Le devuelvo el abrazo, haciéndole cosquillas en la espalda. Se separa de mí y se coloca a mi lado, sacude la mano en forma de saludo hacia Daphne. Luego, simplemente se queda mirando a Maddie.

—¿Te vas a quedar ahí de pie sin venir a saludarme? —reclama la pelinegra, cruzándose de brazos y mirándolo con una ceja enarcada.

Él le sonríe.

—Siempre dejo lo mejor para el final, preciosa —finalmente se acerca a ella para abrazarla y depositar un corto beso en su boca.

—Maddie quiere culparte de algo, pero no quiere decir qué es —continúa mamá con el tema.

—Ella me culpa de todo lo malo —se defiende Nathan—. Es una diablilla con cara de ángel. ¿No ves cómo me habló porque no la saludé?

—¡Sí! —exclama Daphne, apoyando a mi hermano—. Con esa carita engaña a todos. ¿No recuerdas la broma que le hiciste a Eric, haciéndole creer que te habían secuestrado y...? —Maddie le lanza una mirada fulminante para que guarde silencio.

«¿Eric?»

Apenas ese nombre salió de su boca, mi mirada se dirigió de inmediato hacia la pareja a mi lado. Maddie tiene una expresión que explica más o menos las ganas que tenía de arrancarle la cabeza a Daphne, mientras que Nathan tiene el ceño fruncido.

—¿Quién es Eric? —pregunta mi hermano.

El nombre me suena, y me suena mucho.

—Es... un ex novio —la pelinegra trata de ocultar su baja de ánimo, pero no le sale muy bien que digamos.

Un ex novio... De repente, se me viene a la mente el sueño conmovedor que tuve hace unas semanas con un chico castaño de ojos claros tranquilizando a una chica.

Luego la escena cambió, y ella estaba con otro chico, igualmente castaño...

Louis me dijo, cuando le conté el suelo, que ese chico no está vivo.

Me tambaleo en mi lugar cuando la conexión entre ambas cosas me da de lleno en la cara.

«¿Es eso posible...?»

Un silencio incómodo invade el espacio, Daphne baja la cabeza y juega con sus dedos, mientras que Maddie y Nathan son los más incómodos de nosotros, él está tenso, nada comparado a cómo estaba cuando llegó a la sala.

Enamorado de un fantasma [✓]Where stories live. Discover now