capítulo 4

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Elías

No me digas por qué, sigamos con esto.

- tengo... que salir no creo que pueda estar aquí - dijo Lían caminando hacia la salida.

- hey - lo toma del antebrazo.

- ¿Me tomarás de nuevo como si fuera una vaca?

- oye no digas cosas tan paralíticas para mí, solo quiero que te quedes un rato por aquí.

- para qué, ¿para mostrarme como hundir a Kenderson? no gracias - trata de soltar el agarré.

- ¿Ya olvidas que tú también eres un Kenderson ahora? -dijo algo fastidiado por la actitud de Lían.

Lían se quedó callado unos segundos y sintió que lo soltaban del antebrazo. Ahora entendía que si no se unía a ellos... Ellos atentarían contra él por ser un Kenderson ahora, deseaba no haber unido su vida con Elías por séptima vez en sus pensamientos.

- ¿Te quedarás ahí parado?, Oh, verás los planes que tenemos para tu marido - dijo Sebastián alejándose hacia el equipo de trabajo.

En ese momento Lían reaccionó acercándose al lado de Sebastián para no perderse entre la multitud de trabajadores caminando como locos por el lugar. Sebastián sí que tenía coraje y paciencia además de decisión para dirigir a todos esos hombres y mujeres.

- qué hace todo este personal por ti Sebastián, creí que investigabas tú sólo a mi esposo - se acerca a las computadoras del lugar en donde Sebastián estaba supervisaba.

- aún en este momento después de lo ocurrido sigues llamándole esposo ¿Eh? - voltea a ver a Lían sonriéndole.

-..... Es lo justo después de algunos años juntos...

- deberías llamarlo por su nombre

- a ti no te incumbe por cómo llame a mi pareja -hace un puchero.

- já después me lo agradeces.

-.... Qué..

- esto - toca algunas teclas.

- qué hiciste.

- oh no querrás saberlo en realidad, pero hay muchas fondas aquí en las que puedes dormir de noche sin que nadie se entere - sonríe malicioso.

-.... Eh, a qué te refieres.-

- digamos que eres demasiado lindo comono para dormir en una fonda, qué dices si hoy duermes en mi casa de Bogotá.

- no entiendo nada -suena su celular.

Lían saca su celular y Sebastián se lo quita.

- ¡hey! - chilla Lían.

- jmjm, vaya vaya solo por esto Kenderson llamaría a su Omega, vaya macho  alfa - contesta su celular moviendo el botón de llamadas hacia arriba.

- buenos días Kenderson - contesta Sebastián.

-qué, quién eres tú y por qué contestas en celular de mi esposo.- dice disgustado.

-vaya que sí eres un alfa violento, e inclusive los dos se dicen esposos a pesar de lo que sucedió entre los dos. No tan diferente en nuestro caso Kenderson, cuando me traicionaste y aún así me estás hablando ahora con ese tono de voz.

-..... Sebastián deja a Lían en paz él no tiene nada que ver entre tú y yo.

- VAYA QUE SOÍS UN SINVERGÜENZA, incluso recuerdas la voz de la persona a la que traicionaste y pides que no haga daño a Lían.

- Sebastián hablo enserio, no le hagas daño él no sabe nada.

- en primera no me llames por mi nombre hombre irrespetuoso, en segunda yo no soy como tú nunca haría daño a un Omega como ciertos cobardes. Y en tercera aún no lo sabe ..... Pero lo sabrá

         - hey no le digas nada ¡Yo te!..-        Sebastián cuelga la llamada en ese momento.

- Q-Qué por qué le has colgado así - pregunta Lían recibiendo su celular.

-.... En verdad que eres ingenuo apesar de que tuviste que aprender mucho dentro de esa casa encerrado por años - se va caminando hacia la salida en donde cierra la puerta.

Claramente estaba enojado, Lían no sabía por qué y a qué se refería con las palabras amenazantes que le dijo a Elías, solo sabía que Elías había hecho algo muy muy mal contra las acciones o empresa de Sebastián. En cambio a los empleados que conocían a su jefe desde hace más de cinco años sabían que era difícil poner en ese estado a su jefe pues, los negocios requerían de mucha paciencia y facultad de poder comunicarse con otras personas totalmente diferentes al comprador o vendedor, pero esta vez sabían que algo le había hecho perder esa paciencia casi infinita que Sebastián poseía.

Los ojos inmediatamente de los empleados y trabajadores, sin alguna duda se dirigieron a Lían.

Nunca nadie  había puesto a su jefe de esa manera.

Lían se incómodo al sentir las miradas posadas sobre él, no sabía exactamente lo que había hecho para merecer más de veinte miradas sobre él pero sin más dudas comenzó a caminar hacia el tocador tratando de parecer seguro. Aunque no quería que los demás lo malentendieran, Lían quería llegar al tocador con el orgullo de no haberse dejado intimidar por Sebastián, no como el que intimidó a Sebastián..

Una vez en el tocador se miró al espejo de los lavamanos, remojo su cara y pensó de nuevo en la conversación que habían tenido Elías y Sebastián, después pensó en su aborto y volvió a pasar agua por su rostro. Desafortunadamente la llamada se encontraba en altavoz no había manera de evitar escuchar cualquier insulto relacionado con un triángulo amoroso problemático o peor..... La compra ilegal o la ganancia de las acciones de la empresa opuesta, y esa empresa opuesta era la de Sebastián.

Miró su teléfono para comprobar que Elías no le hubiera marcado de nuevo o mandado un mensaje.

Lían no encontró llamadas perdidas, lo único que encontró fue un mensaje Wattsap de Elías: "no te acerques a Sebastián''

Al leerlo Lían apagó su celular, sabiendo que Sebastián no era ningún tipo peligroso, sabía que era lo contrario recordando la vez en la que lo metió a un local de jugos para darle un aviso.

Respiró hondo y ahora tenía otro reto un poco más pequeño: salir del tocador sin intimidar o intímidarse.

¿Tu sucio Omega? Serie:SUCIO OMEGAWhere stories live. Discover now