ALERTA MANGA SPOILER

Beginne am Anfang
                                    

Tus constantes balbuceos y errores por estar nerviosa hicieron que los labios de Aoba se curvaran haciendo una sonrisa y después comenzó a reír. Lo miraste, sonreíste mientras le veías riendo con sutileza, siendo tan educado incluso al reír. Te acomodaste en la banca viendo como era feliz en su mundo durante un rato. Él volteó a verte, tragó saliva y luego se disculpó.

—Tiene una risa verdaderamente hermosa, Hashibira-san —reíste.

—No creo que sea así... —respondió con notoria pena. —Sólo que he tenido malos días, me viene bien algo así.

Te levantaste de la banca captando toda la atención del azabache, sus ojos se posaron sobre ti, siguiéndote. Te inclinaste mirándole a los ojos y pusiste una de tus manos en su hombro, él se sobresaltó un poco por tan repentina acción pero no dejó de verte. Acercándote poco a poco tus labios tocaron su mejilla mojada por las lágrimas así que sentiste el sabor salado de estas, Aoba se sonrojó como nunca. Cuando te separaste, toda su cara estaba roja, le dedicaste una sonrisita.

—Hay cosas que sólo pasan una vez en la vida y hay que aprovecharlas —explicaste. —Un gusto conocerle, Hashibira-san.

Te despediste, luego te volteaste para empezar a caminar pero la voz de Aoba te detuvo.

—¡E-espera! —volteaste para verlo.

Sé paró de la banca y te alcanzó (aunque no habías avanzado relativamente nada), empezó a buscar por sus bolsillos, de su bata sacó una tarjeta de presentación para dártela, la aceptaste. Empezaste a inspeccionarla con tu mirada, en la esquina inferior derecha estaba un número, por mera suposición pensaste que era el suyo y acertaste.

—Ese es mi número... Es sólo para el trabajo pero puedes escribirme para que te dé mi número personal —explicó nervioso.

—¡Yo te mandaré mensaje! Lo haré llegando a casa, ahora no traigo mi celular —reíste.

—Por favor hazlo... Y gracias, eh —desvió la mirada.

Ahí fue cuando caíste en cuenta de que no te habías presentado.

—¡Discúlpame! —hiciste una reverencia. —Me llamo ________ y no hace falta que me agradezcas.

—No, gracias... Alegraste mi día, ________.

• • •

Las relaciones que comienzan bien poe obvias razones también deben de terminar bien y aunque en algunas sea lo contrario y quizás la mayoría de veces aquí no es así. Como habías prometido; le mandaste un mensaje a Aoba diciéndole quien eras, él cuando te leyó te pasó su número de inmediato, aún recuerdas sus palabras: "me es más fácil responderte por ahí". Incluso en su forma de escribir seguía siendo tan educado y pulcro.

Así fue como su relación empezó a avanzar, hablaban de plantas, de su trabajo o simplemente de sus vidas pero nunca era incómodo y siempre había algo nuevo de que hablar.

Esta vez, lo llamaste diciéndole que saldrían, casi se escucha como una orden y aunque él no iba a rechazarte el tono de tu voz lo alentó aún más a aceptar. Mencionaste que era una sorpresa pero que debía ir con ropa cómoda con la que se pudiera mover con facilidad, siempre intentando mantener el misterio de a donde iban.

ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt