-Probablemente no.-Conteste mientras limpiaba la sangre que salía del lado de derecho de boca con mi hombro.-¿Que haces aquí después de todo? Se supone que vigilas las visitas de los prisioneros los martes.

El guardia apuesto y en forma suspiro, para luego soltar mis manos que estaban en mi espalda para pasar su mano por su negro cabello.
Ninguno de los dos podia admitirlo en voz alta, el por su trabajo y yo por mi orgullo pero teníamos una extraña especie de amistad.
La cual comenzó extrañamente cuando el jefe de la prisión cambió su posición de vigilancia a el ala donde mi celda estaba, luego comenzando a hablar ambos. Nos llevamos bien rápidamente ya que ambos somos completamente insoportables e idiotas, y jamás tratamos de ocultarlo o negarlo. Además de que el también me agradaba porque parecía ser uno de los pocos con el cual podía tener una simple y dinámica conversación, aunque a veces solo se tratase de insultos que al menos eran algo astutos.

-Tienes visita.

Mis ojos rápidamente se abrieron más de lo normal en shock, al mismo tiempo que mi boca cayó abierta, contestando sin creerlo.-No hay manera...

Estaba completamente sorprendida ya que en los 6 años que había estado allí jamás tuve ni siquiera una simple visita. En un punto llegue a pensar que en realidad no se me permitían visitas pero luego entendí que no, no había nadie en el exterior que me extrañase o quisiera verme. Estaba completamente sola, pudriéndome en esta maldita prision.

-Créeme, he chequeado si es que no nos habremos equivocado o si está buscando por otra Jinsoul, pero... en realidad está aquí por ti.-Termino por decir Chan, mientras me arrastraba por toda la cafetería de la prisión.-Ahora, muévete.

-¿Quien es?-Pregunte curiosamente mientras seguía confundida tratando de pensar en alguien quien quisiera venir a verme. No podría recordar ni una sola persona con quien tenía una relación amistosa, bueno si un par pero eran todos criminales y venir aquí sería el estar rodeado de la policía.

Chan de encogió de hombros mientras que su rostro se mantuvo serio.-No lo se, dijo que sólo hablaría contigo. También me ha insultado un poco, así que si te molesta, haré como que estoy ocupado y te daré cinco minutos para que le rompas esa sonrisa asquerosa de su rostro.

Chan Casi me empuja dentro de la habitación de visitas, la cual tenía un vidrio transparente que me separaba de la otra persona. Solo lo mire una sola vez, al hombre que estaba del otro lado cuando nuestros ojos se encontraron por unos segundos, allí fue cuando me giré y comencé a golpear la puerta que fue cerrada en mi rostro.

-¡Oye! ¡Channie! ¡He cambiado de parecer! ¡No quiero hablar más, sácame de aquí!

-¿Jung Jinsoul?-Pregunto el hombre seriamente del otro lado, haciéndome girarme hacia el nuevamente.

Lo señalé acusadoramente con mi dedo índice y entrecerré mis ojos.-Escúchame, no tengo idea de qué haces aquí oficial pero no me importa. No hablaré contigo. Estaré aquí encerrada por el resto de mi vida y será menos placentero si otros convictos se enteran de tu visita y comienzan a pensar que soy alguna clase de soplona.

El hombre alto con el cabello castaño rojizo sonrió sin parecer importarle mis preocupaciones.-¿Oficial? ¿Como supiste?

Fruncí me ceño y lo observé atentamente.-Tienes... el look. No podrías entenderlo, pero si eres un criminal no estupido, aprendes a reconocer el look.

Sus labios se curvarían hacia arriba más que antes hasta que de la nada borró aquella de su cara. Parecía querer mantenerse serio difícilmente lográndolo mientras apuntaba a la silla a mi lado en aquel pequeño cuarto. Estaba invitándome a sentarme en silencio, pero no me moví. Segundos después de encogió de hombros pareciendo no importarle sentándose en su propia silla.

Seguía observándome sin decir nada aún, sus ojos escaneándome y parpadeando repetidas veces casi como si me desafiasen. Chan no iba a sacarme de aquí así que eventualmente estaría atrapados aquí y me rendí.

Suspire derrotada, me senté y levante mi dedo índice.-Tienes exactamente un minuto para decirme quién demonios eres y porque estás aquí para verme antes de que comience a romper cosas para que me saquen de aquí.

La comisura de su boca se torció pensando nuevamente que iba a sonreír pero otra vez se mantuvo serio. Sus oscuros ojos brillaron con interés y afirmó.-¿Jung Jin Sol Verdad? ¿La recaudadora de deudas ilegales que fue sentenciada a cadena perpetua por el asesinato de una joven pareja?

-Podríamos tener toda otra maldita discusión sobre eso pero que importa.-Murmuré y apreté mis dientes con fastidio.-No es así como me presento a mi misma a extraños precisamente pero esa soy yo. En carne y hueso. ¿Quien es usted oficial?

Estaba completamente sorprendido en la manera de la que hablaba despectivamente de su profesión.-Mi nombre es Jackson Wang, soy un detective policial y tengo una propuesta para ti.-Hablo rápidamente.-¿Que dices si te digo qué hay una manera de que salgas de aquí?

Entrecerré mis ojos y respondí cautelosamente.-Diría que un detective no tendría el dinero suficiente para sacarme de aquí.

-No pagaré tu fianza, pero hay otra manera de sacarte de aquí.-Respondió lentamente mientras cruzaba sus brazos en su pecho. Estaba lidiando con mantenerse serio otra vez y su voz sonó casi algo orgullosa cuando dijo:-Estoy juntando un equipo de gente especial que me ayuden a combatir los crímenes más violentos aquí en Seúl y creo que tu... serías alguien muy interesante de tener en el equipo.

Mi respiración se entrecortó mientras mire a el hombre frente a mi en shock.

Sonrió burlonamente y levantó sus cejas.-¿Ahora si escuchas a un oficial como yo, huh? ¿Fueron unos largos 6 años recaudadora?

Jamás había pensado que mi salvación de esta maldita prision vendría en la forma de un policía. Después de los últimos 6 años que se sintieron como una eternidad, estaba comenzando a perder la esperanza y hasta había dejado de tratar de convencer a la gente que no era realmente una asesina. Nadie nunca escuchaba aun así y si aun lo hicieran, nada cambiaría pero fue justo cuando ya estaba aceptando mi triste destino, que algo cambió.

El entro en mi vida y aquella rutina, aquel círculo vicioso de ser todos los días iguales, se rompió.

Equipo Z < H.Hyunjin >Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon