3.*Mesa Veintisiete*

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Se miraban fijamente, en sus miradas se podía notar con facilidad, enojó y en la otra una sonrisa burlona. Le podían haber dicho otra cosa, pero jamás ordenarle, y eso es justo lo que acababa de hacer ese pelinegro, contenía sus ganas de golpearle, sin embargo no sería bien visto por su "hermano" Deidara. No eran hermanos de sangre pero siempre estuvieron juntos desde que eran niños.

- Suficiente, Gaara toma a Naruto y vámonos.– Dijo Deidara al ver el grado de molestía en la mirada del pelirrojo.

Gaara miraba al azabache con enojo, se dió la vuelta para tomar a Naruto en brazos, era muy pesado, pero no se quejó. Deidara tomó las mochilas de sus hermanos y la suya, se dirigió a la puerta abriéndole para que saliera Gaara con Naruto en brazos. Cuando ya habían salido siguió sujetando la puerta.

- ¿Qué no piensan salir?, No tengo todo el tiempo.– Hablaba molesto, ya que eran las mismas personas que le habían dañado.

Los azabaches se resignarón a salir del restaurant, Deidara mantenía su ceño fruncido, le molestaba que ellos se hayan atrevido a entrar en un local que ya estaba cerrado y no solo eso, también le molestaba que hayan insinuado de una supuesta "denuncia". Él no quería poner nada de eso, la verdad jamás pensó en hacer algo así, lo único que quería era estar lo más lejos de personas como ellos. Suspiró viendo a sus hermanos, aria lo imposible por tenerles, ellos eran su familia y no dejaría que alguien les dañara.

~•°•~

Gaara recostaba a Naruto en su cama, no era que no haya despertado antes, sino que en el transcurso del camino en taxi, se había vuelto a dormir, al terminar volvió a la sala viendo como Deidara hacía caras raras, le sorprendió ver qué sus ojos se comenzaban a humedecer y se asustó.

- ¡Oh, ¿Deidara qué sucede?– en eso vió como se tocaba su rostro y recordó que no le habían dado la anestesia que le recetó el doctor.

- Me arde.– dijo sobandose el brazo.– Gaara me duele..

- Lo siento, toma, ve y ponte un poco– Sacaba el frasquito de anestesia de su mochila y se lo daba.

Deidara lo tomo rápido y corrió al baño para poder ponerse un poco, se miraba al espejo, se preguntaba ¿Por qué siempre las personas buscaban la manera de dañarle? No era la primera vez que alguien le lanzaba una copa de vino, le era imposible un momento estar tranquilo en su trabajo. Tenía pensado comprarle algo a Naruto en la hora de su descanso, pero con lo sucedido ya no había podido. Suspiró mirándose en el espejo, tenía la mitad de su rostro roja a causa de las quemaduras. Lo cubrió con un mechón de su cabello..—Se ve feo— pensó.

Salió del baño volviendo a dónde estaba Gaara. Al llegar pudo notar la mirada pérdida de el pelirrojo, sin embargo decidió no molestarle y seguir con lo suyo. Movió unos frascos de vidrio y de ahí sacó una pequeña cajita, eran sus ahorros, siempre lo mantenía reservado para cuándo más se ocupase, soltó una pequeña risita al recordar lo que le había dicho a su hermano menor, para que no tocase la cajita. Le había dicho que ahí guardaba sus preservativos, cosa que el menor no entendió y tuvo que explicarle, aún recordaba la vergüenza que vivió al contarle "eso", pero de algún modo tarde o temprano tenía que darle una charla acerca de "eso".

- Gaara, ¿Recuerdas el postre favorito de Naruto?.

- Cómo olvidarlo, le encanta el famoso pastel de mazapán que haces Deidara y el maldito ramen– dijo suspirando.

El Mesero [ItaDei] Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt