25.*"Es Posible"*

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Estaba de cierta forma emocionado, pero aún faltaba por hacer algo, para eso tendría que esperar a encontrarse con Shisui. Se recostó en su silla mientras leí unos documentos que habían dejado sobre su escritorio.

- Adelante.– Dijo tras escuchar unos golpecitos en su puerta.

- Señor, tiene una carta de invitación, hace unos minutos la entregaron en recepción.

- ¿Por parte de quién?

- La familia Nara, lo más probable es que se enteraron de que ha venido.– Respondió.– Debería de asistir.

- Lo pensaré, puedes dejar la invitación aquí, en un rato te informo si asistiré o no.

El chico pasó y dejo la invitación sobre el escritorio del Uchiha y dando una leve inclinación para después darse la vuelta e irse.

Itachi sonrió malicioso, tal vez es momento de sacar a pasear a Deidara... Tomó su chaqueta y salió de su oficina, al bajar las escaleras se dió cuenta de que olvidó algo, chasqueo la lengua y subió de prisa nuevamente a su oficina.

- ¿Señor Uchiha?

- Olvide algo.– Comento antes de entrar a su oficina.

Tomó lo que olvidó y volvió a salir.

- Cuando termines puedes irte.

- ¿Y qué pasará con la invitación? – Se apresuró a decir.

- Mañana le diré mi respuesta.– Y se fue, el secretario solo suspiró y se dejó caer en su silla.

Había olvidado todo el esfuerzo que era trabajar con Itachi  Uchiha, de cierta forma le alegraba que haya vuelto el mayor de los hijos Uchiha. Esos chicos son el orgullo de toda la familia Uchiha, lleva años trabajando con esta familia y puede asegurar que estos dos niños han sido los mejores en manejar está empresa.

- ¿Qué tal te estará llendo Sasuke?

•°•

- Este pedido es para la mesa veintiocho y el de ahí es para la veintinueve.

- Veintiocho y veintinueve, está bien.– Naruto tomo la charola y la colocó recargada en su hombro de una manera sutil pero elegante.

Caminó por el gran salón rodeado de muchas mesas y maseteros con bellas flores. A cada paso que daba veía como las personas le miraban de una manera extraña a su parecer. Al llegar a la mesa veintiocho sonrió.

- Este es su pedido.– Anunció con educación, para después comenzar a colocar los platos en la mesa.– Que lo disfruten.

Quizá esperaba demasiado de personas como esas, ni siquiera un gracias son para decir... Siguió con su camino a la mesa veintinueve y valla sorpresa que se llevó, hizo un gesto extraño y suspiró fastidiado, era la cuarta vez en la semana que viene está persona.

- ¿Otra vez por aquí? – Preguntó Naruto antes de acomodar su plato.

- Así es, sabes si de casualidad...

Naruto no le dejo terminar de hablar.

- No. Hidan no está disponible.–  Respondió.– ¿Por qué sigue buscándolo?

- Es un asunto personal.– Contestó de mal humor.

- Entonces no debería de venir a buscarle en su trabajo, ya que es un asunto personal.– Le respondió con una sonrisa sarcástica.– Disfrute su comida.– Azotó su puño en la mesa.

Se dió la vuelta, ese tipo ya lo tenía harto, no dejaba de venir con el mismo pretexto de querer ver a Hidan, y para colmo Hidan no cooperaba prefería esconderse en la cocina hasta que se fuera, ya casi se convertía en rutina todo esto.

Regresó a la cocina y dejó la charola antes de ir a buscar a su amigo, tenía que saber por lo menos una escusa de porque ese tipo lo buscaba constantemente.

- ¡Hidan! – Gritó molesto mientras lo buscaba.

- Está en la parte de atrás.– Le respondió un cocinero.

Naruto asintió y le dió las gracias antes de seguir buscando a Hidan. Al llegar vió como estaba esté sentado en el suelo con algo en las manos, en ese momento su enojo paso y se convirtió en preocupación.

- ¿Qué ocurre? – Preguntó sin mirar al rubio.– Todavía no termina mi descanso.

- Sobre eso... Ya lo sé.

Oh, en ese momento ya no sabía que decir, era como si todo lo que quiera preguntar ya no tuviera el valor para hacerlo.

Hidan seguía mirando eso que permanecía en sus manos, algo que al parecer era muy valioso para él o quizás solo un mal recuerdo. Mientras tanto Naruto se debatía a no preguntar y tragarse su duda a hacerlo y agrandar alguna herida en el corazón de su amigo.

- ¿Es posible seguir amando a alguien después de tan malos momentos?

Al parecer era una pregunta difícil ya que Naruto no supo responder y simplemente se quedó callado.

- Sí, es posible.– Se respondió a si mismo su pregunta.– Pero solo gente idiota como yo lo hace.

- Hidan no creo que seas un idiota, es solo que al seguir amando significa que decidiste perdonar eso que tanto daño causa en ti. 

- Si fuera algo tan fácil...

- ¿Sabes? Yo tengo a alguien... Hace poco comenzamos a salir.

Dicho esto toda la atención de Hidan se centró en Naruto quien levemente tenía un rubor en sus mejillas.

- Aún no puedo decir que lo amo, pero es agradable, me gusta.

Sonrió recordando como hace unas horas estaba abrazado del azabache.

- Puedo durar horas hablando con él, es divertido verle quejándose de su trabajo. Aveces discutimos pero nunca he pensado en terminar está extraña relación.

- ¿Por qué me estás diciendo todo esto? No lo digo para ser grosero, pero me resulta extraño. También me alegra que hayas conseguido novio, Naru.

- Simplemente decidí contarte, quizá esa persona realmente se arrepiente de lo que hizo, pero quizás hay algo que le impide contártelo.

- ¿Una oportunidad más?

- Una oportunidad más. Ve y dale la paliza de su vida y después has que te cuente toda la verdad y tú sabrás si continuar o no.– Sonrió.

Se pusieron de pie para después darse un abrazo, a los pocos segundos Hidan guardo eso que tenia en sus manos en la bolsa de su pantalón. Naruto le dio ánimos antes de ir y buscar a ese tipo.

Cuando se quedó solo cerró sus ojos y sonrió para si mismo, se pregunto si Sasuke ya habría terminado su trabajo, se moría de las ganas de saber que estaba haciendo.

Regreso a su puesto y con una sonrisa camino a la espera de encontrar a alguien a quien tomar su pedido, a lo lejos en la mesa veintinueve vio como su amigo interrumpía aquel chico quien se atragantó al verle.

- ¡Mesero!

Volteo a mirar hacia la persona que le llamaba y sonrió...

~•°•~

El Mesero [ItaDei] Where stories live. Discover now