33.*Se feliz Ino*

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Con algo de cansancio se removió un poco, aún no podía moverse, abrió sus ojos algo cansado y trató de mirar bien a su alrededor.

- Es bueno que ya hayas despertando, dormilón.– La voz suave de alguna enfermera escuchó al otro lado de la habitación.

No respondió, no tenía la fuerza para hacerlo, ni tampoco para mirarla.

- ¿Como estas? – Preguntó pase a saber que Gaara no le contestaría.– ¿Sientes algo raro? ¿Te duele algo?  Ya sé, eres un poco amargadito.

Volvió a preguntar y hasta entonces Gaara ya había pensado que la mujer era una tonta o se hacia.

- ¿Quieres comer algo?

Y hasta aquí acabo la paciencia de Gaara, con toda la fuerza de su alma frunció el ceño y cerró sus ojos.

- Parece que quieres seguir durmiendo.– Le volvió a hablar.– Volveré en un rato.

Para felicidad del pelirrojo la mujer se fue.

Siguió acostado sin poder moverse o hacer algo, lentamente recordaba lo que había sucedido, quiso hacer un esfuerzo innecesariamente doloroso para levantarse. Suspiró rendido, se moría por saber que pasó con los demás.

~°•°~

- Señor tiene que tomar su medicina.– La mujer trataba desesperadamente en que su paciente tomara sus medicamentos pero este era muy terco.

- Ya estoy bien, necesito irme.

- Con todo respeto lo mínimo que podría estar aquí son dos meses, así que deje de quejarse y disfrute su estadía aquí en el hospital.– Sentenció ya cansada.

El chico la miró molesto y de mala gana tomo sus medicamentos. La chica seguía dentro de su habitación no parecía tener intención de irse.

- ¿Se te olvidó donde está la puerta? – Preguntó con una ceja alzada.

- ¡Eh! No, no, ya me iba, lo siento.

Ella salió casi corriendo de la habitación, Sai cerró los ojos enfadado, su humor no era nada bueno, la persona que menos merecía morir había fallecido, lo lamentaba horriblemente a tal grado de haber deseado morir en su lugar.   

- Perdoname Ino.– Cerró sus ojos.– Te juro que cuidare de Haruki el resto de mi vida.– Lo juraba a la nada en voz alta, sabía que ella amaba a su hijo.

Sabía que ella daría su vida una y otra vez por su hijo, sabía que jamás podría remplazar el lugar de Ino en el corazón de Haruki. Ya no entendía su propia vida, no sabía ni siquiera que pasaría después, le aterraba el saber cómo reaccionaría el niño al saber de la muerte de su mamá.

«Lo sentimos Ino»

Escuchó como abrían la puerta de su habitación, supo al instante quien era, aún así no abrió sus ojos.

- Te vez tan lamentable.– Escuchó el tono burlón en su voz y quiso pararse para golpearlo.– Vengo a ver cómo sigues.

- Vete, no ayudas de mucho.- Se quejó.– Estoy bien, ya quiero largarme de este lugar.

- Aunque quieras no te dejaré.– Retomó su postura sería.– Gaara ya despertó.

Sai volteó a mirarle de golpe sorprendido, sonrió aliviado. A su corazón casi le da un infarto también, al saber que Gaara tenía muy bajas esperanzas de volver abrir sus ojos.

El Mesero [ItaDei] Where stories live. Discover now