Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 8

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Dedicado a ariblux 💖

Hawk Moth podía tener muy mala suerte, pero definitivamente sabía aprovechar una oportunidad cuando la veía. Haber atrapado a los dos héroes favoritos de Francia y conseguir los tan preciados miraculous era una asaña de por vida.

Tanto Ladybug como Chat Noir estaban atados de manos y pies con un aparato que había sido diseñado especialmente para ellos desde hace tiempo. Vaya que Hawk Moth llevaba tiempo ansiando este momento. 

—¿Dónde estoy? —habló la chica abriendo poco a poco sus ojos. Ver a su alrededor no le dio mucha confianza, todo lucía tan lúgubre que sintió su piel erizarse. 

—Buenos días, Ladybug. —dijo el hombre sentado en una silla en el centro del lugar. Un gran vitral dejaba pasar un poco de luz haciendo que su silueta se marcara— O tal vez no tan buenos para ti. —rio como digno villano.

—Hawk Moth... —murmuró— ¿Qué nos has hecho? —giró la cabeza para encontrarse con su compañero aún inconsciente— Chat...

El felino entreabrió sus ojos y al ver a la chica rápidamente reaccionó: —¡Mar... —ella lo interrumpió.

—Mareado, debes estar muy mareado. —recalcó las últimas dos palabras. No podía ponerse aún más en riesgo.

Su compañero captó y apretó sus puños ante la impotencia de no poder hacer nada, pero más aún porque estaba en peligro la vida de la persona a la que tanto estuvo buscando. ¿Por qué la vida se empeñaba en separarlos?

—Antes de que intenten cualquier cosa quiero dejarles algo en claro; —el mayor se levantó y comenzó a merodear bastante cerca de los jóvenes— Congelé el tiempo de duración de sus miraculous, lo crean o no, no estoy interesado en saber sus identidades, de hecho, nunca he querido saberlo. Me gusta el misterio.

—No lograrás nada teniéndonos así, Hawk Moth. —escupió Ladybug claramente enojada— Chat y yo siempre encontramos la manera de salvar el día.

—Ja, en verdad puedes ser adorablemente ingenua, niña. —comenzó a jugar con las cadenas que los sostenían— Pero está claro quiénes son los que tienen la desventaja ahora, ¿no lo crees? —caminó lejos de ellos volviendo al centro del lugar— Regresaré pronto, debo hacerme cargo de algunas cosas allá fuera. No hagan nada estúpido, niños.

En cuanto despareció y el suelo volvió a su sitio, la chica, en un vago intento por zafarse, movió todo su cuerpo a la vez qie resoplaba. Estaba enojada.

—Tranquila, milady. Estaremos bien.

—¿Estaremos bien? ¿Acaso soy la única que sabe que estamos en problemas? —lo miró a los ojos con el ceño fruncido— Todo fue tu culpa.

—¿Mi culpa?

—De no haberme llamado Marinette no habríamos tropezado.

—¿Preferías que te besara sin aviso? Esa era la otra opción. —sonrió con un poco de burla.

La chica lo ignoró por dos razones: en verdad no entendía cómo podía mantenerse tan tranquilo estando expuestos y en peligro, y porque sentía vergüenza; ahora que lo pensaba Chat y Adrien eran bastantes similares... ¿cómo no identificó al amor de su vida estando tan cerca de él?

"Eso no es lo importante ahora, Marinette", se dijo a sí misma, "Piensa en una forma para salir de aquí".

¿Ocurre algo, my lady?

Buscó por toda la habitación algún escape, pero nada. Parecía una celda de la prisión mejor cuidada.

—¡Ugh! No puedo encontrar una forma de salir. —sollozó— No creí que seríamos derrotados tan fácil.

El felino soltó una carcajada.

—Ladybug, Ladybug... ¿cuándo comenzarás a confiar más en tu hombre?

Esa frase le erizó la piel y sonrió inconscientemente. Miró lo que el chico hacía con sus manos.

—¡Claro! Tu cataclismo. —había desaparecido los grilletes de sus manos. Una vez estos fuera los de los pies desaparecieron igualmente.

—¡Eres asombroso, Chat! —en cusnto fue libre, Ladybug lo abrazó.

—¿Qué tal un beso como recompensa? —preguntó coqueto y aún rodeando su cintura cálidamente.

Se separó de él al momento; sus mejillas sonrosadas la delataban. Pero le gustaba, es decir, el chico al que más ama en el mundo le estaba correspondiendo... ¿qué más podía pedir?

—Será mejor que nos marchemos ahora. —desvió el tema— Ya nos encargaremos de Hawk Moth más tarde.

Corrieron hasta el gran ventanal y intentaron romperlo, pero este se blindó como por arte de magia.

—¿Qué...? —hablaron ambos.

—¿Me creen tan tonto, niños? —la voz de su rival les respondió— ¡Despídanse!

Sin previo aviso lanzó un rayo de dudosa procedencia directo a la portadora del miraculous de la creación. La chica estaba petrificada, no pudo reaccionar, por lo que cuando menos se dio cuenta Chat ya se estaba atravesando recibiendo el ataque y quedando recostado sin poder moverse en el suelo.

—¡Chat! —se arrodilló y lo abrazó— ¡¿Qué le hiciste?!

—Pobre... mejor te dejaré que intentes ayudarlo. Su miraculous es el que más necesito.

After the Oblivion 《MLB》Where stories live. Discover now