Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 5

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Fin de semana.

Nada de tarea, proyectos, exámenes, profesores ni tirrias con compañeros. Toda la felicidad se reducía a dos días enteramente dedicados a dormir, comer, reír y divertirse.

Pero el mal no descansa.

—¡Cuidado, Ladybug! —gritó Chat atrayendo a la chica con ayuda de su palo quedando a pocos centímetros de distancia.

El ataque del enemigo pasó rozando el costado de ambos héroes, quienes se miraron y sonrieron.

—¿Listo para terminar con esto, gatito?

—Cuando tú me digas, m'lady.

El enemigo aprovecharía cualquier distracción, no podían darse ese lujo.

—¡Ríndanse ahora ante Moccashin o sufrirán las consecuencias de retar a Hawk Moth.

Delante de ellos estaba una chica, tal vez de menor edad que ellos, vistiendo un traje color café y beige, botas que simulaban dos enormes tazas de café y su arma se resumía en una cafetera portátil de la misma bebida.

—Tienes razón, creo que lo mejor será rendirnos. —confesò alzando ambas manos la chica.

—¿Lady...? —preguntó extrañado Chat moviendo de lado a lado sus manos. Ella sonrió discretamente.

—¡Te lo dije, Hawk Moth!  Nadie puede con Moccashin. —tras decir esto rio como "buena" villana que era.

Mientras ella escuchaba atentamente las indicaciones de quien la controla, Ladybug lanzó su yoyo al aire y con sus palabras obtuvo el instrumento que le ayudaría a resolver todo. La ágil mentalidad de nuestra heroína actuaba tan rápido y sorprendente como siempre; con ayuda de su amuleto, de Chat y un poco de astucia logró atrapar al akuma que manipulaba a la pobre chica de la cafetería y liberarla en una hermosa mariposa.

—Nunca paras de impresionarme, Bugaboo. —comentó con una sonrisa el héroe gatuno.

—No es para tanto, tú tampoco lo haces mal. —intentó halagarlo. Pero Chat parecía tener la cabeza en otro lugar.

La dupla se dispuso a descansar a la orilla de la banqueta, respirando el aire, descansando los músculos y disfrutando de una victoria más. La ojiazul miró con el rabillo del ojo a su compañero rubio y sonrió sintiendo como muchas mariposas pequeñas revoloteaban en su estómago. Hoy era el día.

—¿Algún plan para este fin? —pregunta Ladybug tras dar un gran suspiro restándole importancia aparente.

—Amm, sí. Se podría decir que sí. —responde el chico con una enorme sonrisa y un pequeño ronroneo al final de la oración.

—¡Genial! Yo también. —confiesa entusiasmada y recargando su rostro en sus manos— ¿Y qué harás? Si se puede saber. —preguntó la pelinegra sin querer sonar ansiosa.

Chat cruzó sus brazos por detrás de su nuca y caminó erguido, bastante orgulloso de sí mismo.

—Saldré con la chica que me gusta. ¿¿No es genial?!

Ella soltó un grito de emoción que calló rápidamente con la palma de su mano. Chat sonrió confundido y encogió los hombros.

—¿Y tú qué harás, m'lady? —pregunta poniéndose de pie y extendiendo su mano para ayudarle a su lady.

—Pues, da la casualidad de que también tengo una cita. —murmura atónita ante el atento gesto.

—Wow, me alegro por ti. Creo que por fin hemos encontrado a la persona indicada, ¿no te parece?

After the Oblivion 《MLB》Where stories live. Discover now