Perder para Ganar

CAPITULO 66: Depresión

Los días iban pasando lentamente y me fui poniendo bulímica, todo lo que comía vomitaba y mi peso bajo a 38 kg, me sentía frágil y al mirarme al espejo me recordaba a bella de crepúsculo quien quedo embarazada, así era mi aspecto. Ya nadie entraba a mi habitación a excepción de Yaira quien estaba pendiente hasta de pequeños detalles como cortarme las uñas demasiado cortas para que no me lastimara, siempre me hacia en un rincón junto a la pared y empezaba a cantar una que otra canción que me recordaba mi infancia, la desesperación se apodero de mi completamente haciendo que perdiera el sentido común

-¿Ana?- Dijo Sam entrando junto con Mike, los gemelos y mi prima. Yo los mire con odio y me puse en defensiva, Sam empezó acercarse lentamente yo lo miraba atentamente cada movimiento, cuando estuvo cerca me abalance sobre el pero el tuvo reflejos y me esquivo haciendo que golpeara mi cabeza con el borde de la cama, sentí un liquido bajar por mi mejilla derecha pero no le di importancia, mi prima se acerco preocupada a mi aproveche para tomarla del pelo pero Mike me sujeto de brazo

- ¡No! - Dijo Mike firme, todos estaban sorprendidos por mi reacción, intente morderlo pero el en un ágil movimiento hizo que quedara completamente inmune haciendo que no pudiera hacer ningún movimiento- yo no haría eso si fuera tu- Solté un chillido como un animal herido, Sam tuvo que mirar hacia otro lado ya que se había escapado una lágrima de su ojo derecho

- llamen a una ambulancia… esta chica que tenemos aquí no es Ana – Dijo Isabela empacando una cuanta ropa mía, empecé a removerme en los brazos de Mike mientras chillaba

- ¡los odio a todos!- Salió de mi boca pero no pude reconocerla ya que esa no era mía

Después de minutos la ambulancia llego y algunos tuvieron que ayudar a los enfermeros a ponerme la camisa de fuerza.

-¿desde cuando ella esta así?- Dijo un enfermo preocupado

- desde que se entero de la muerte de la poca familia que quedaba- Dijo Sam mirándome con los ojos cristalizados, yo rodee los ojos para negar con la cabeza levemente

- pues según lo que veo ya debe haber perdido el sentido común- Dijo la enfermera anotando en una carpeta. Me puse de pie y los enfermeros me ayudaron a entrar en la parte de atrás de la ambulancia, Sam se sentó junto a mí y dio una leve caricia a mi pierna izquierda, yo me aleje de el

- te pondrás mejor- Dijo dolido por la forma en que había puesto un muro invisible en nosotros

- si lose- Dije con mi voz ronca mirando hacia la nada para después mirar a esos ojos quien me sacaba de la oscuridad que siempre brillaban que ahora esta apagados- pero es pero que en ese entonces yo ya te haya olvidado por completo- el negó con la cabeza para bajarla, pude notar pequeñas gotas deslizarse por sus mejillas hasta caer en sus pantalones, quite la mirada para observar el interior de la ambulancia ignorando las miradas de desaprobación de la mayoría de los enfermeros

Una vez que llegamos a la misma clínica en donde había sido internada por primera vez, miles de recuerdos llegaron a mi mente asiendo que mi cuerpo empezara a temblar de manera descontrolada, era casi semejante a las personas que les dan hipotermia, me ingresaron por urgencias y tuvieron que sedarme, lo único que recuerdo es que inyectaron algo en mi brazo y que todo quedo absolutamente negro.

Narra Samuel Cipriano:

Me dolieron demasiado las palabras que me dijo Ana, estos últimos días han sido de los mas agotadores, solo he dormido 4 horas en casi una semana, Ana no ha querido prosperar ya que los chicos y yo hemos hecho casi hasta lo imposible para sacarla de su estado de ánimo pero ella se niega y desde entonces se ha puesto muy agresiva lo que ella nunca es y no tuvimos mas remedio que llevarla a la clínica en donde la sedaron para tranquilizarla.