CAPITULO 7: Un Nuevo Día

9.9K 536 31
                                    

Al día siguiente me desperté por el horripilante sonido del despertador, lentamente me fui desperezando para entrar a la ducha donde las tibias gotas de agua bajaban por mi cuerpo, e inmediatamente pensé la cena de anoche, y el momento incomodo que pase, mire el espejo y recordé las palabras de Sam. 

Negué con la cabeza para después salir envuelta en una toalla, empecé a observar mi armario y tomé unos pantalones sueltos y una camisa de manga larga completamente blanca con unas vans rosadas, deje mi cabello suelto para que el sólo formará pequeñas ondas en las puntas y era costumbre no me maquille.

Bajé a la cocina donde encontré a mi abuela moviéndose ágilmente por la cocina mientras mi hermanito comía su cereal yo me le uní.

- buenos días –Dije sirviendo el cereal

- hola Ana –Dijo David besado mi mejilla

- hola cariño –Dijo mi abuela besando mi frente– ¿Cómo dormiste?

- dormí bien gracias a Dios –Me encogí de hombros

- chicos apúrense que no tarda el autobús

Tomé rápidamente mi desayuno para luego tomar la pequeña mano de mi hermano y dirigirme a la parada de autobuses. Cuando finalmente llegó nos sentamos en el lugar que nos correspondía y una chica se sentó junto a nosotros lo que nos extrañó ya que nadie se sentaba a nuestro lado.

Ella era de estatura media, piel bronceada, ojos color chocolate labios pequeños y cabello castaño; ella dirigió su mirada a nosotros y nos mostró una cálida sonrisa.

- hola pequeño ¿cómo te llamas? –Dijo ella diciéndose a David

- hola - Dijo mi hermanito tímido –Me llamo David

- me llamó Daniela Simmons pero me pueden decir Dany –Dijo mirándome con ojos cálidos yo le sonreí y asentimiento con la cabeza

Mi hermano se bajó en su escuela y corrió donde se encontraba sus Compañeros yo seguí en silencio.

- Sonará tonto pero soy nueva en la universidad y pues no conozco nada, puedo estar contigo, algo me dice que nos llevaremos muy bien –Dijo encogiéndose de hombros

- claro ¿por qué no? –Forcé una sonrisa. ¿qué le pasa a esta gente?... yo no quiero amigos ¿es muy difícil de entender?" pensé

Bajamos juntas y la acompañe a que le dieran su horario compartimos entre 4 o 6 clases ella dio un chillido de emoción y nos dirigimos a matemáticas para hacernos en los últimos puestos.

Cuando entra Sam con su grupo de amigos de futbol americano, traía unos pantalones claro con su chaqueta de futbolista roja y su cabello desordenado haciendo que se vea ridículamente atractivo, traiga una sonrisa de oreja a oreja y pasa su mano por la cabellera, como era de esperarse, maldita sensación de piquiña en mis manos empiecen a molestarme me las rasco pasándolas por mis jeans y oculto mi rostro para que no se dé cuenta de mi presencia. Dany lo mira con cara de boba yo rodeo los ojos y siento como empiezan a repartir besos por mi nuca, mi mejilla y mi cabeza yo alzó mi mirada encontrándome a centímetros del rostro iluminado de Sam a escasos centímetros de la mía; deposita un beso en la punta de mi nariz y me abraza como sí la vida dependerá de ello mientras siento la mirada la mirada de Dany y casi medio salón observándonos.

- nos están viendo –Dije ocultado mi sonrojado rostro en el hueco que une su cuello y los hombros el suelta una risita

- me importa una mierda que nos estén observando... te extrañaba princesa –Beso mi hombro derecho y me atrajo más a su cuerpo

- no quiero dañar tú popularidad –Dije con voz tensa

- ¡Al diablo la popularidad! a mí no me importa eso Ana... deja de inventar ridículas excusas para alejarme de ti –Se separó y me tomo en sus brazos para sentarse donde yo estaba sentada y acunarme en su brazos como si fuera una pequeña quién le pide a su padre que la mime

Me miro a mi sonrojado rostro y pasó delicadamente sus dedos por mi mejilla como sí pudiera romperme. ¿Por qué un chico como ese tiene que ser tierno? ¿No se supone que tienen que ser rudos y que discrimen la gente como los solemos estar acostumbrados ver en películas o libros?

Yo beso sonoramente su mejilla y es allí donde me acuerdo de la presencia de Dany. Así que me acomodé mejor en su piernas, el me rodeo la cintura apoyando su cabeza en mi hombro izquierdo.

- Sam quiero presentarte a Daniela –Dije señalando a mi amiga quién se sonroja

Sam dirige la mirada a ella y le muestra una sonrisa amable para estrechar la mano.

- soy Samuel Cipriano un gusto –Dijo sonriendo

- el gusto es mío –Dijo Daniela con una tímida sonrisa

- hey Sam deja a tú novia y ven que te necesitamos –Dijo un chico de cabello castaño de ojos verdes mirándolo con una sonrisa cómplice Sam y yo nos sonrojamos

- espera un momento Harold –Dijo Sam

- ve no te preocupes los alienígenas no vendrán a secuestrarme –El soltó una sonora carcajada

- pero hay que prevenir princesa –Beso la comisura de mis labios haciéndonos sonrojar extremadamente– e... Está bien ahora... vuelvo –Se paró y se fue aún con sus mejillas coloradas y con una sonrisa de oreja a oreja donde sus amigos empezaron a gastarle bromas

- ¿ese bombonazo es tú novio? –Dijo asombrada Dany yo sólo reí nerviosa

- no él es.... complicado

- se nota que le gustas –Dijo siendo las cejas con picardía yo solté una sonora carcajada donde Sam me miro extrañado ya que nunca me había escuchado reírme de ese modo pero me mostró una mirada llena de ternura

- eres un caso perdido Daniela –Dije calmado mi risa pero era imposible

- me tienes que conseguir uno eh –Dijo dándome codazos amistosamente yo reí

- ¿qué opinas de Harold? –Dije mostrando al chico que hace unos minutos había llamó a Sam; él se encontraba con unos pantalones oscuros y con su chaqueta de futbolista y estaba recostado en el hombro de Sam con una sonrisa

- está bueno –Dijo mirándome con picardía yo reí

- que empiece la cacería –Dije imitándola; ella hizo la forma de una trompeta con sus manos y soplo imitando uno. yo volví a reír sonoramente

Pasamos un día agradable y gracias a Dios no me encontré con Tania.

Nos estábamos dirigiendo a la parada de buses cuando el convertible de Sam se estaciono al costado en donde yo me encontraba, en el copiloto estaba Harold mirando de arriba abajo a mi sonrojada amiga.

- se te está volviendo costumbre –Dije mirándolo fría

- sí... Ahora montante –Resignada me subí a la parte trasera de su auto y nos dirigimos a la escuela de mi hermano para dirigirnos a dejar a Dany a su casa que por cierto quedaba a sólo una cuadra de la mía y llevamos a Harold a su casa que vivía a tres cuadras también y bajamos en mi casa donde se quedó a cenar


Perder para GanarWhere stories live. Discover now